Clos Galena, el vino que se ganó la mesa del Nobel
El proyecto de Dalmau se diversifica con nuevos productos
El farmacéutico zaragozano Miguel Pérez impulsó en 1998 en el Priorat una bodega sostenible inspirada en los châteaux franceses, en el pueblo del Molar. Buscaba vinos de gran calidad a través de la agricultura ecológica. Unos años después es Clos Galena, una bodega que se define como “la culminación de la tarea constante de una familia”. Y añade: “Los Pérez y Dalmau han hecho de esta bodega del Priorat el trabajo de su vida, con el propósito de hacer vinos de alta calidad, únicos y especiales”.
Los primeros Clos Galena se comercializaron en el 2002. Miguel Pérez, sin embargo, murió en abril del 2013 y su mujer, Merche Dalmau, también farmacéutica, es ahora la propietaria y gerente. El romanticismo, dice ella, la hizo continuar, acentuando la vinculación del proyecto con el mundo del arte. Merche Dalmau se ha involucrado plenamente para sacar adelante una bodega que fue el sueño de su marido, que le contagió el amor por el vino. Desde el 2013, Clos Galena ha doblado las ventas hasta los 1,1 millones de euros.
Pero la verdadera recompensa en su trabajo fue la selección de su vino del Priorat Formiga de Vellut 2014 para el banquete de los últimos premios Nobel. Merche Dalmau reconoce que “más vino hubiéramos tenido más habríamos vendido”, pero han querido ser honestos y no comercializar más vino del disponible. “Es un gran honor que un vino de Clos Galena haya estado presente en la mesa más intelectual de la tierra”.
Exportan a una treintena de países un 70% de la producción, 145.000 botellas. Son fuertes en Suiza, Alemania, Rusia, Andorra y Suecia. El año pasado se estrenaron en la DO Montsant (Crossos) y ahora lo acaban de hacer con dos vinos de la Terra Alta (Secrets de Mar), un blanco y un tinto elaborados en la cooperativa de Gandesa.
Acaban de poner en marcha con un equipo de tres personas el negocio enoturístico en su finca, de 24 hectáreas (12 de las cuales en producción). Cultivan cepas de las variedades garnacha negra, cabernet sauvignon, merlot, cariñena y syrah. Las tierras donde cultivan las cepas pertenecieron a los monjes cartujanos de Scaladei. Por eso, la finca se llama Dominio de la Cartuja (Dominio del Priorat). Las producciones son pequeñas y esmeradas, con un sistema de elaboración tradicional que tiene como director técnico a Toni Coca.
Al priorat Formiga de Vellut suma ahora vinos del Montsant (Crossos) y la Terra Alta (Secrets de Mar)