Los siete sabios de Génova
COMO los siete sabios de Grecia en la entrada del templo de Delfos, los siete sabios de Génova dispuestos a liderar el Partido Popular redactaron sus propias máximas en esta campaña de primarias del PP. Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho: “Sólo yo puedo ganar a Sánchez, pues tengo la experiencia del poder”. Se parece a lo que Tales escribió en el templo: “Si mandas, gobiérnate a ti mismo”. Pablo Casado ha aparecido con el eslogan de la renovación generacional, mientras se dejaba agasajar por Aznar, que es lo que aconsejaba en el santuario Periandro: “Muéstrate digno de tus padres”. María Dolores de Cospedal se ha presentado como la secretaria general que había dado siempre la cara, sabiendo como Bias que “la mayor parte de los hombres son deshonestos”. Margallo quiso ser el ariete contra Soraya y podría haber hecho caso a Cleóbulo (“pon un límite a tus odios”), García Hernández debió ampararse en Quilón (conócete a ti mismo) antes de intentarlo y Elio Cabanes ha pasado por la campaña como una ánima en pena, cuando Solón recomendaba a los que no tenían nada que decir: “Incrusta tus palabras en el silencio”. Alberto Núñez Feijóo, el candidato que no llegó a serlo, decidió en el último minuto hacer caso a Pítaco: “Has de saber discernir el momento favorable”. Y dejó pasar la ocasión.
El PP ha hecho una acto de sabiduría democrática, embarcándose en unas primarias. Sin duda, resulta la ruta más democrática y transparente para elegir a su líder, que intentará el regreso al gobierno. Por primera vez, los populares podrían tener una mujer como alternativa para la Moncloa. Se acabó el dedazo como práctica, la designación nominal del heredero. La victoria por escaso margen de Santamaría sobre Casado abre incógnitas sobre quien será finalmente el elegido en el congreso del 20-J. El PP entra en un terreno desconocido. Pero se respira aire fresco en Génova, como en Delfos cuando el oráculo hablaba.