Sánchez y Torra quieren dar continuidad al diálogo
oeEl líder socialista pondrá en marcha su agenda para Catalunya pase lo que pase en la Moncloa oeLa Generalitat desea aprovechar el encuentro para resituar el conflicto en el terreno político
“Lo más importante en los programas televisivos de citas es si al final hay un segundo encuentro”, y el presidente de la Generalitat ya lo ha anunciado. Esa es la tesis que se impone en la Moncloa ante la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra que mañana debe servir para iniciar el “deshielo” entre el Gobierno central y el catalán y dejar atrás un paréntesis de seis años de partida de frontón.
Sin ninguna expectativa sobre el contenido del encuentro, los dos presidentes se concentran en las formas. De hecho, en la Moncloa se le da más importancia a la reunión como prueba del algodón sobre la voluntad de ir o no hacia un escenario de distensión que al documento que la consellera de Presidència, Elsa Artadi, remitió a la ministra Meritxell Batet como propuesta de orden del día.
El documento no tiene respuesta oficial del Gobierno central, sobre todo porque el contenido fue recibido con cierta decepción en comparación con el intercambio de propuestas que hubo antes de la reunión entre Sánchez y el lehendakari Iñigo Urkullu, así que desde el Ministerio de Política Territorial se insiste en que “lo realmente rehasta levante es que el encuentro se produzca”.
El documento de página y media y en catalán arranca con un análisis del derecho a la autodeterminación –desde la posición de la ONU hasta la del PSOE–, plantea una “valoración de la actuación del Rey desde el 1 de octubre” e incluso pone en cuestión el respeto de los resultados de las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Enuncia asimismo “aspectos por resolver”, apartado en el que la prioridad del Govern es denunciar “la existencia de presos políticos y exiliados y la persecución” del independentismo. No obstante, lo que más ha sorprendido en la Moncloa es el detalle de demandas para poner fin a la presencia del franquismo en el espacio “político y civil”. Se cita el Valle de los Caídos, el nomenclátor, las subvenciones a la Fundación Francisco Franco, los títulos nobiliarios y “los privilegios de los herederos del dictador”.
Otro apartado hace referencia a la “invasión de competencias”. Es ahí donde se acumulan las demandas sobre leyes sociales recurridas por el gobierno del PP ante el Tribunal Constitucional y sobre las que la ministra Batet ya ha anunciado que están trabajando desde su departamento. El documento también pretende poner sobre la mesa de diálogo un apartado referente a la “regresión democrática y derechos civiles” en el que se hace referencia a la “operación Catalunya” y la judicialización de la vida política. La propuesta de orden del día concluye con un lacónico: “Proyecto del PSOE para Catalunya”.
El Gobierno de Sánchez no quiere enseñar sus cartas, pero lleva varios días preparando documentación para el presidente. De hecho, fuentes de la Moncloa aseguran estar preparados para “cualquier sorpresa o escenario”. También Torra ha mantenido contactos con Pere Aragonès, Elsa Artadi e incluso representantes de instituciones de carácter económico, además de las citas con Pablo Iglesias y Alberto Garzón. El margen de maniobra es escaso, pero el propio Torra admite en privado que la reunión es “un hilo del que poder tirar”.
El president sostiene que el principal tema sobre la mesa es el derecho de autodeterminación, pero con el no de antemano de Sánchez a un referéndum pactado, en el Palau de la Generalitat se aferran a que sentarse frente a frente con Pedro Sánchez es ya una oportunidad. El primer contacto entre presidentes, en la polémica inauguración de los Juegos Mediterráneos en Tarragona, ofreció una imagen de cordialidad, y la reunión en la Moncloa es “un gran paso” que sitúa el debate
EL DOCUMENTO Último punto del guion que Artadi envió a Batet: “Propuesta del PSOE para Catalunya”
LOS SOCIOS DEL GOVERN ERC quiere abrir un nuevo escenario y “evitar portazos prematuros”