Negociaciones atascadas
Una nota oficial del Gobierno norcoreano acusando a EE.UU. de actuar “como un gángster” evidencia el largo camino que espera en las conversaciones para lograr la desnuclearización de Corea del Norte, un objetivo que no parece estar en la mente de Kim Jong Un.
Al regreso de la luna de miel que mantuvo con el dictador norcoreano Kim Jong Un, el pasado mes en Singapur, el presidente Donald Trump dio su palabra a los estadounidenses de que el problema de la amenaza nuclear estaba resuelto. “Dormid a gusto esta noche”, les indicó.
El despertar puede ser una resaca. Corea del Norte acusó este sábado a la Administración Trump de reclamar “una desnuclearización unilateral al estilo gángster”, actitud que calificó de “profundamente lamentable”.
Estas afirmaciones aparecieron en un comunicado sin firma del Ministerio de Asuntos Exteriores del aislado país. Sucedió a las pocas horas de que Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., cerrara su visita a Pyongyang asegurando que los dos días de conversaciones habían sido muy productivos.
Depende cómo se mire el vaso, una vez más. Sin embargo, y pese a la voluntad expresada en el citado comunicado norcoreano de continuar queriendo edificar una relación amistosa, la preocupación sobre el compromiso real de Kim para desmantelar el arsenal atómico crece cada vez más. Según esa nota sin firma, hay “cuestiones cancerosas” que no hacen “más que amplificar la desconfianza y el riesgo de guerra”. También señala que la voluntad de Corea del Norte de ir hacia la desnuclearización puede cambiar si las demandas de EE.UU. se formulan sin crear “un contexto adecuado para la paz”.
Pompeo y sus asesores no expresaron de manera inmediata evidencia alguna de que las conversaciones concluyeran con nada tangible que demostrara que Corea del Norte está determinado a desmontar su capacidad nuclear y sus programas de misiles. Aunque la Casa Blanca lo anunció, el jefe de la diplomacia no se reunió con Kim y sólo se vio con Kim Yong Chol, negociador durante décadas con diversos presidentes estadounidenses.
Informes de los servicios de inteligencia de EE.UU. advirtieron en los días previos a su visita que Pyongyang no parecía dispuesto a renunciar a su arsenal y había continuado desarrollándolo.
“No voy a entrar en detalles sobre nuestras conversaciones, pero hemos tenido un buen encuentro y creo que hemos hecho progresos”, señaló Pompeo. “Hay cosas por aclarar”, añadió. Los expertos creen que el secretario de Estado empieza a ver que existe un abismo en estas negociaciones. “Pensando en nuestra charla, tal vez no has dormido bien”, replicó Chol a Pompeo.