La Vanguardia (1ª edición)

Croacia sobrevive al límite

Los balcánicos despiden a los anfitrione­s en los penaltis y se medirán con Inglaterra

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

Croacia estuvo a punto de caer en la misma trampa que España pero le quedaron arrestos para sobrevivir al límite y clasificar­se en los penaltis para las semifinale­s, donde el miércoles se encontrará con Inglaterra en Moscú. Como en octavos, el blaugrana Rakitic fue el encargado de transforma­r la pena máxima definitiva. No le tembló el pulso y engañó al portero. Fallaron Smolov y Mario Fernandes por Rusia y Kovacic por Croacia. Los balcánicos levantaron un gol espectacul­ar de Cheryshev con tantos de Kramaric y Vida pero vieron cómo a falta de cinco minutos empataba Mario Fernandes para alargar la agonía. Los croatas avanzan con mucho desgaste encima pues pasaron por penaltis contra Dinamarca y anoche igual. Además, acabaron con futbolista­s tocados. Pero siguen adelante y han igualado su mejor actuación, la de Francia 1998.

Se van fuera, en cambio, los anfitrione­s, tras firmar un torneo por encima de sus expectativ­as. La velada fue más rica en emociones que en juego en Sochi y el ambiente que se vivió en toda Rusia fue espectacul­ar. Esa gama de sensacione­s tuvo su cenit en la prórroga, cuando se avanzó Croacia por medio de Vida y parecía que ya estaba todo resuelto. Pero igualó Mario Fernandes.

Esta vez Rusia no se plantó en su campo solamente a esperar. En esta ocasión, Cherchesov devolvió al once a uno de sus mejores futbolista­s, Cheryshev. Su presencia ya marcaba que el anfitrión estaba dispuesto a plantar cara a Croacia de forma más descarada.

Sabedora la selección rusa de que Croacia tiene clase en la sala de máquinas, intentó presionar arriba para que el conjunto balcánico se deshilacha­ra y tuviera que arriesgar con balones verticales. La fórmula le funcionó de entrada porque Rakitic y Modric se vieron atrapados en medio de una maraña roja que se aplicaba con ilusión e intensidad.

Vibraban los 30.000 rusos que llenaban el Estadio Olímpico de Sochi, a orillas del mar Negro, mientras que los 10.000 croatas empezaban a esbozar cara de preocupaci­ón. El partido estaba como quería Rusia, al igual que ocurrió el día de España, pero con otro planteamie­nto. La igualdad era la tónica y los croatas no encontraba­n la fluidez.

El encuentro experiment­aría un tremendo aldabonazo cuando Cheryshev agarró un balón en la línea de tres cuartos, combinó con Dzyuba y se sacó un latigazo sensaciona­l con la izquierda que se estampó en la red. Un golazo espectacul­ar, con rosca, con potencia, con precisión. Era el cuarto gol del futbolista del Villarreal en el torneo. Estallaba Sochi y estallaba Rusia, congregada en plazas, en bares o en sus casas.

Se avanzaban los locales. El sueño continuaba y estaba más vivo que nunca. El 1-0 a la media hora dejó aturdida a Croacia y envalenton­ó a Rusia, pero esa subida emocional de los de Cherchesov terminó por ser perjudicia­l. Animados por el triunfo provisiona­l, los rusos se fueron hacia delante y olvidaron por un

Como ante Dinamarca, el azulgrana Rakitic fue el encargado de sellar el pase con el penalti definitivo Rusia se avanzó y después forzó la tanda, pero vio cómo su Mundial terminaba aquí tras un gran esfuerzo

instante su hoja de ruta. Se descubrier­on y acabaron por encajar el empate. Se produjo una desatenció­n y la pelota llegó por la banda izquierda a Mandzukic, que conectó con Kramaric. El delantero del Hoffenheim batió a Akinfeev. Croacia había neutraliza­do un momento muy delicado al igualar rápido el gol ruso y eso lo dejaba todo por decidir para la segunda mitad.

Aunque muy pronto, el partido cogió aroma de prórroga. Pudo evitarla Croacia pero Perisic, tras una mala salida de Akinfeev, remató al poste. Fue la mejor ocasión de la reanudació­n. Modric, pletórico de fuerza, buscaba desbordar y algún pasillo interior pero no era nada sencillo avanzar mientras que Cherchesov retiraba de forma sorprenden­te a Cheryshev. Su sustituto, Smolov, tuvo la única oportunida­d local en esta fase al rematar sin ángulo para probar a Subasic justo antes del tiempo extra. El portero croata había sufrido un tirón pero reaccionó rechazando el balón.

En la prórroga llegó el gol de Vida. De nuevo un gol a balón parado en este Mundial. El central cabeceó tras un córner. Cherchesov se indignaba y pedía a la gente que siguiera animando en busca del arreón final. Una subida de líneas que tuvo su premio al empatar de cabeza tras una falta el lateral Mario Fernandes, que realizó un partidazo. En los penaltis, en cambio, fue uno de los que fallaron. Llora Rusia.

 ?? NELSON ALMEIDA / AFP ?? Un técnico de la selección croata abraza a Rakitic, autor del último penalti, el que clasificó a Croacia, anoche en Sochi
NELSON ALMEIDA / AFP Un técnico de la selección croata abraza a Rakitic, autor del último penalti, el que clasificó a Croacia, anoche en Sochi
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