Boomerang Paulinho
El brasileño, dispuesto a regresar a China un año después de fichar por el Barça
Mañana lunes Ernesto Valverde tiene en la agenda una reunión en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí con Éric Abidal y Ramon Planes. El objetivo es actualizar el estado de la plantilla dos días antes de que el Barcelona se ponga en marcha en pretemporada. La primera noticia que desde la secretaría técnica le comunicarán es que ya puede contar con Arthur, que firmará en breve. La segunda es que Paulinho dejará la disciplina blaugrana y liberará la plaza de extracomunitario para su compatriota. Como un boomerang, Paulinho se va por donde vino, a China.
El internacional de la canarinha quiere reunirse lo antes posible con su representante. Así lo explicó a la salida del Kazan Arena, donde acababa de caer eliminado a manos de Bélgica. El Mundial, uno de los grandes objetivos por los que Paulinho decidió fichar por el Barcelona, era historia y el centrocampista quería tener claro su futuro y su nuevo destino lo antes posible para poder irse de vacaciones.
Paulinho ha asumido que su salida es lo mejor para todas las partes. De hecho, quedarse en el Camp Nou es hoy la tercera opción para él, ya que tiene entre manos dos posibilidades que le seducen.
Una de las propuestas es de un viejo conocido, su exequipo, el Guangzhou Evergrande, que pretende repescarlo. El otro equipo con el que se le ha relacionado es el Juventus. Pero a punto de cumplir los treinta (en apenas veinte días), el cuerpo y la cabeza le piden volver a la liga china, sin tanta exigencia. Ahora mismo, Qatar-2022 queda muy, muy lejos en el horizonte.
Pese a jugar 49 partidos (27 de ellos titular), marcar nueve goles y ganar Liga y Copa, Paulinho está dispuesto a dejar el Barcelona solo una temporada después de fichar. Hace once meses, el futbolista optó por bajarse el sueldo que cobraba en China para facilitar su llegada al Camp Nou, a la primera línea del fútbol mundial. Ahora, en cambio, valora que el Guangzhou Evergrande le ofrece duplicar el sueldo que cobró en su primera etapa en el club, una cifra que casi triplica sus emolumentos con el Barça. Es decir, que es casi una decisión más familiar que futbolística.
Para el club blaugrana, la venta de Paulinho también es muy ventajosa porque incluso podría ganar algo de dinero además de recuperar los cuarenta millones que se invirtieron. Ese punto, que no es para nada secundario, se junta con que en el Barcelona no gustó que el brasileño no estuviese en la última jornada de Liga, contra la Real Sociedad, el día en que se recibió el trofeo de campeón de Liga y que se despidió Iniesta. Tras el amistoso en Sudáfrica, tenía el permiso de Valverde y Paulinho voló a Brasil para incorporarse a la concentración de la canarinha para preparar el Mundial.
La gran paradoja de Paulinho llegó el 10 de abril en el fatídico partido del Olímpico de Roma. Durante el verano pasado se repitió el mantra de que al centro del campo del Barcelona le faltaba músculo y despliegue para jugar otro fútbol en los partidos de Champions lejos del Camp Nou. Si no se podía ganar, al menos no ser goleado. Los cuatro tantos de París y Turín en 2017 escocían mucho. La Supercopa perdida contra el Madrid hizo el resto.
Y lo cierto es que durante toda la campaña, Valverde se encargó de demostrar que aquello no era únicamente un caballo de batalla de la secretaría técnica porque el entrenador le hizo jugar, con buenos resultados, en todos los campos de rompe y rasga como Balaídos (2 partidos), el Pizjuán, Stamford Bridge, Cornellà (2), Anoeta, estadio del Villarreal, en el Bernabeu, Mestalla y en el Juventus Stadium.
Sin embargo, llegó el día clave de la temporada, la vuelta de los cuartos de la Champions, y Paulinho se quedó en el banquillo –incluso jugó André Gomes– y el Barça perdió 3-0 y quedó fuera. Paulinho lo interpretó como que podía comprar un billete de vuelta.
Paulinho asume que su salida es lo mejor para todas las partes; además, libera una plaza extracomunitaria El jugador optó por bajarse el sueldo para llegar al Camp Nou; ahora el Evergrande le dobla su anterior salario