Encuentro SánchezTorra: retorno a la política
El presidente español y el de la Generalitat recuperan la relación tras seis años de choque La Moncloa trata de volver a la normalidad, y el Govern, de recuperar la confianza
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Joaquim Torra, intentarán hoy restablecer relaciones de diálogo entre las instituciones que representan.
“Lo más importante de la reunión del lunes entre Pedro Sánchez y Quim Torra es que se celebra”, resumen en el Gobierno ante la cita de hoy. Y todos cruzan los dedos.
“Después, hay que ponerse a trabajar”, confían. Porque, aunque no está previsto que en esta primera reunión se cierren acuerdos de calado, consideran primordial que se pueda convocar una segunda, una tercera... y que deje de ser excepcional que Sánchez y Torra se encuentren. Por eso, celebraron que el propio presidente de la Generalitat ofreciera ya una segunda cita, en el Palau, aún antes de haberse consumado la de hoy en la Moncloa. Aunque la dificultad para restablecer la normalidad en las relaciones es máxima: “Estamos en las antípodas”, resumen en el Gobierno. Y prefieren, como le gusta decir a Sánchez parafraseando a Simeone, ir “partido a partido”. “La reunión en sí misma es un paso importante –corroboraban ayer los asesores de Sánchez en la Moncloa–. No hay normalidad sin verse a la cara, sin estrecharse las manos”.
Aunque eso es algo que Sánchez y Torra ya han hecho, sin ningún problema, para sorpresa de muchos. Cargos del Gobierno recuerdan así cómo les sorprendió a ellos mismos, y muy gratamente, la “larga y distendida” conversación que ambos presidentes mantuvieron en el palco de autoridades durante la inauguración de los Juegos Mediterráneos en Tarragona, el pasado 22 de junio. Un acto en el que también observaron cómo Torra aplaudió, con total normalidad, la interpretación del himno de España. “¿Has visto?”, fue lo primero que luego se preguntaron en el séquito que acompañaba a Sánchez en aquel evento. Hubo también, no obstante, episodios que no ayudaron a rebajar las tensiones, como el choque que dirimieron en Washington Torra y el embajador español, Pedro Morenés, o la moción de la CUP que aprobó la mayoría independentista del Parlament el pasado jueves, que el Consejo de Ministros acordó impugnar al día siguiente, entre otros incidentes. “No hemos respondido a las provocaciones”, apuntaron fuentes del Ejecutivo, en busca del éxito de la reunión de hoy.
Sánchez, por su parte, ya ha transmitido que quiere protagonizar más actos en Catalunya. Y en el Gobierno aseguran que su simple llegada a la Moncloa ya ha servido para “aliviar la tensión” en Catalunya. El presidente, en todo caso, quiere desplegar una amplia oferta política para Catalunya, que incluye inversiones y transferencias, además de la revisión de algunas de las impugnaciones del Estado contra leyes catalanas o la reconversión en leyes orgánicas de algunos de los preceptos del Estatut que tumbó el Tribunal Constitucional.
El presidente del Gobierno, así, “pondrá sobre la mesa los problemas y necesidades de Catalunya en todos los ámbitos”. Con la salvedad de que el Ejecutivo, zanjan en la Moncloa, defiende que “con la Constitución no hay más margen que su cumplimiento”.