De rivales a compañeros
Rakitic y Modric, un barcelonista y un madridista, se compenetran a la perfección a la hora de jugar y trabajar
Ivan Rakitic y Luka Modric, enfrentados en el día a día de la Liga española por sus respectivas camisetas, se han unido en el Mundial de Rusia para llevar a su selección, Croacia, a las semifinales donde se enfrentarán contra Inglaterra, y lo han logrado con un fútbol que les permite soñar con ir un poco más allá y alcanzar por primera vez la final del torneo.
Croacia ya está en Moscú. Ha llegado a su destino final y espera jugar dos encuentros en la capital rusa, el del miércoles de semifinales ante Inglaterra y el partido por el título. Tras permanecer concentrado todo el torneo trabajando a 60 kilómetros de San Petersburgo en un complejo hotelero de lujo, con lago incluido, el conjunto balcánico ha emprendido el viaje de la ilusión, el que hubiera firmado con los ojos cerrados antes de empezar el campeonato. Lo hace en sintonía y en sinfonía, las que protagonizan y comparten dos compañeros que durante la temporada son antagonistas. Se trata del barcelonista Ivan Rakitic y del madridista Luka Modric. Se complementan el uno al otro, se entienden y se buscan. Donde no llega el uno, lo hace el de al lado. Más artístico Modric, pero sin dejar de trabajar y de correr. Más sacrificado Rakitic, pero con la calidad suficiente para acompañar al dorsal 10. Nadie como el blaugrana sabe lo que es achicar agua para que brille la estrella. Lo ha hecho en Barcelona siempre con Messi y ahora procesa esta función con Modric en la selección.
Una imagen de confraternización que refleja la fotografía de este reportaje. Fue tomada el sábado por la noche en Sochi tras la clasificación croata. Se ve a Rakitic saludando a Ema, la hija de Modric, en presencia del otro niño del madridista, Ivano, y del propio jugador blanco. Poco después, mientras Ivan atendía a la televisión croata, Luka se acercó por detrás y golpeó jocoso el plafón de publicidad, provocando la carcajada del barcelonista.
El blaugrana, que terminó fundido el partido, acababa de clasificar a Croacia al transformar el penalti definitivo contra Rusia. “Es increíble lo que estamos haciendo pero ahora no hay que parar aquí, hay que buscar la final. Cuando corremos todos juntos, todo es posible. Es maravilloso. En Croacia se debe estar viviendo una gran fiesta”, señala Rakitic, que se muestra autocrítico. “Ante Inglaterra, los inventores de este deporte, se vivirá un duelo hermoso pero debemos jugar mejor de lo que hicimos contra Rusia”. Porque es verdad que los balcánicos no jugaron su mejor partido.
Así lo reconoce también un Modric que llegó a la zona mixta del Estadio Olímpico de Sochi todavía resoplando. “Las carreras del final de la prórroga me han dejado muerto pero estoy bien”, afirmaba tras ser elegido por tercera vez en el Mundial como mejor futbolista del partido. “Hemos de tener más control del encuentro, en la primera parte ante Rusia no supimos dominar el juego, pero mostramos carácter y aquí estamos. Debimos resolverlo antes de los penaltis pero quizás estaba escrito en las estrellas que teníamos que volver a ganar con drama”.
Buenos amigos fuera del campo, en más de una ocasión Modric le ha pedido a Rakitic que se vaya al Madrid medio en broma medio en serio, petición a la que siempre ha recibido un no por respuesta y un “¿por qué no te vienes tú al Barça?”. Sin duda que le vendría de perlas al maltrecho centro del campo barcelonista, pero Modric, al que ya se promociona como nuevo Balón de Oro, está muy a gusto en el Madrid. “Ahora no pienso en los premios individuales, sino en seguir en el sueño del Mundial”, afirma Luka.
Tras pasar por los vestuarios Rakitic colgó una fotografía con Modric sobre el césped y con el siguiente mensaje: “Hermano con hermano!!! Contigo es un placer jugar el balón para nuestro éxito común. Te quiero hermano @lukamodric10”.
También tiene algo que ver en esta sociedad el seleccionador Zlatko Dalic (Livno, 1966), un entrenador poco conocido para el gran público pero que ha cambiado bastante el rostro de la selección en 273 días. Fue una situación similar a la de España con Julen Lopetegui. 48 horas antes de jugarse la clasificación ante Ucrania fue despedido el técnico Ante Cacic y Dalic asumió el cargo por vía de urgencia. Vencieron a Ucrania y después apearon a Grecia en la repesca.
Dalic ha intercambiado los papeles de Rakitic y Modric y ha ubicado al barcelonista por detrás del blanco. De esta forma Ivan ejerce de pivote, como cuando suple a Busquets en el Barcelona, y Luka tiene más libertad cerca de la mediapunta para generar peligro.
Reeditar en un club la pareja de la selección sería fantástico para quien los juntara aunque en los dos últimos partidos el fútbol de Croacia ha perdido superioridad con respecto a la primera fase. Empiezan a pesarles las piernas y tienen futbolistas tocados, como Mandzukic o Vrsaljko, aunque el rojiblanco no tuvo reparos durante la noche del sábado en subirse a una mesa para celebrar la clasificación. En ese momento se le olvidó el dolor de rodilla.
Mirándoselo todo con mucho orgullo otro hombre vinculado al madridismo, Davor Suker, presidente de la Federación croata, un organismo que vive siempre marejadas fuertes pero en el que se mantiene. “Ojalá esta generación supere a la nuestra. Vamos paso a paso, rival a rival pero nos alienta saber que este grupo tiene carácter, calidad, hambre y ha evolucionado mucho”, reflexiona Suker en referencia a que la Croacia actual ya ha igualado lo que alcanzó la de 1998, que llegó a semifinales en Francia. Si baten a Inglaterra el miércoles ya serán los mejores de su historia.
NUEVA FÓRMULA
El seleccionador ha intercambiado sus papeles, potenciando el empaque de Rakitic y el arte de Modric
LA CAMARADERÍA
Bromean juntos, se mandan mensajes y trasladan al césped su entendimiento