En busca del efecto Sánchez
El PSC diseña un calendario de actos para movilizar a sus bases de cara a las municipales
Para el PSC los resultados que obtuvo el 21-D fueron algo más que una pequeña decepción. La apuesta por abanderar una tercera vía, alejada de la “política de bloques” y sumando con Units per Avançar no consiguió los réditos electorales esperados y le relegó a un papel secundario en la oposición. Un escenario de frustración para el socialismo catalán que, empero, ha cambiado radicalmente con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa.
El PSC vuelve a ser un partido de gobierno, puede modular su discurso respecto al independentismo –contentando así a sus sectores más catalanistas– y recuperar importantes cuotas de poder institucional en Madrid, con Meritxell Batet como ministra de Política Territorial, que tiene la misión de abordar la carpeta catalana y las negociaciones con el Govern de Torra, y en Barcelona, con la veterana Teresa Cunillera, en su cargo de delegada del Gobierno. También con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ejerciendo una suerte de ministro catalán en la sombra, libre para maniobrar entre bambalinas y con capacidad de allanar el terreno para futuros pactos.
Pero no es sólo cuestión de músculo gubernamental. Los socialistas catalanes creen que ahora su apuesta por el federalismo, puesta negro sobre blanco en la Declaración de Barcelona que Sánchez e Iceta firmaron el 14 de julio de 2017, para mejorar el “encaje de Catalunya con el conjunto de España”, sale muy reforzada al contar con el aval y el respaldo del nuevo Gobierno central. “Los independentistas ya no pueden decir que no hay federalistas en España, porque ahora gobiernan”, señalan.
“Ha empezado un tiempo nuevo para España, y ha sido un respiro para el PSC”, admiten desde la dirección socialista. Esta nueva situación ya se empieza a notar en las encuestas. El PSC ganaría en Catalunya unas elecciones generales, pasando de 7 diputados a 11. También en la Camara catalana, donde esta pasada semana el PSC ha conseguido el apoyo de independentistas y comunes a una moción que insta al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a convocar a todos los presidentes de grupos parlamentarios para constituir “un espacio de diálogo para conseguir acuerdos en grandes temas de país”.
Este cambio de tono y estrategia del socialismo catalán se explica por la voluntad del PSC de aprovechar el llamado “efecto Sánchez” para movilizar a sus bases y recuperar a muchos de los votantes del área metropolitana que en los últimos años se han ido a Ciudadanos y Podemos, sobre todo pensando en unas elecciones municipales de mayo del 2019 en que los socialistas catalanes se juegan conservar sus principales alcaldías, como l’Hospitalet, Tarragona, Lleida, Santa Coloma de Gramenet o Cornellà. Y para ello necesitan que la arriesgada apuesta del presidente del Gobierno no se estrelle demasiado pronto. “Nuestro objetivo ahora es ayudar al Gobierno en su política institucional y poder reconducir la situación en Catalunya”, señala Salvador Illa, secretario de organización del PSC. “Hay que ir desmontando poco a poco los argumentos que alimentan el victimismo independentista”, explica un veterano del socialismo catalán que no niega que la operación de Sánchez no está exenta de riesgo. Hoy por hoy, y a la espera de lo que ocurra en otoño, la presidencia de Sánchez ha generado una “ola de esperanza” entre las bases y los cuadros del PSC, muy diezmados tras años de desilusiones y sinsabores electorales, que la dirección de los socialistas catalanes quiere aprovechar diseñando un calendario de presencia continuada en Catalunya de destacados miembros del Ejecutivo del PSOE.
Desde la investidura de Sánchez, la ministra Batet ha protagonizado en Catalunya actos institucionales y con la militancia del partido. Para este mes de julio ya tiene programados dos más. Por su parte, el ministro de Fomento, y una de las personas de confianza de Sánchez, José Luis Ábalos, participó el 16 de junio en Barcelona en la escuela de formación del PSC. Además, el presidente del Gobierno estuvo presente en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona. Y el próximo domingo el ministro de Exteriores, Josep Borrell, clausurará en Barcelona la escuela de verano de Societat Civil Catalana.
Destacados miembros del Gobierno central desembarcarán en Barcelona para apoyar a los socialistas catalanes