Las huelgas afectarán a casi 300.000 viajeros en El Prat
El aeropuerto de Barcelona sufrirá este verano por las protestas de Ryanair e Iberia
Las huelgas convocadas por Ryanair y el personal de tierra de Iberia para esta semana y la que viene podrían afectar a cerca de 300.000 pasajeros en el aeropuerto de Barcelona.
Son centenares de miles. Para ser algo más precisos, son casi 300.000 los pasajeros que, de una forma u otra, podrían sufrir alguna incidencia a raíz de las huelgas convocadas por Ryanair y el personal de tierra de Iberia en el aeropuerto de Barcelona en los próximos días, entre finales de este mes y agosto, en coincidencia con el comienzo del calendario de las vacaciones.
Los datos, elaborados a partir de las cifras de pasajeros de esas compañía en verano del 2017 disponibles en Aena, no incluyen la protesta de pilotos de Ryanair en Irlanda, que prevé un parón el próximo martes sino que se limitan a los pasajeros que transitarán por el aeropuerto barcelonés. Del conjunto de esta cifra, algunos sí que conseguirán viajar gracias a los servicios mínimos dictados por el Ministerio de Fomento pero no se sabe todavía cuáles de ellos.
La de Ryanair, al ser una “huelga directa”, perjudica a los clientes de la misma aerolínea. A la espera de que se consiga llegar a un acuerdo de última hora entre las partes, fuentes consultadas mostraban cierto escepticismo. “Para las aerolíneas de bajo coste, esta reducción de vuelos en el fondo les permite coger oxígeno y salir de la asfixia operativa, que en temporada vacacional les obliga a contratar vuelos en leasing para atender a la demanda”, comentaba un experto del sector.
En cuanto a la huelga de personal de tierra de la red de Aena prevista para el 29 de julio, finalmente se desconvocó el pasado viernes. Hubiera sido la protesta potencialmente más dañina. Por sí sola habría afectado a 162.000 pasajeros En efecto, cuando la huelga se extiende a la red del gestor y trasciende una sola compañía, entonces acostumbra a producirse un efecto contagio. No hay que olvidar que el personal de Aena puede estar encargado de algunas operaciones co- rrientes de desembarque. En este caso, incluso una aerolínea ajena al conflicto sindical puede verse perjudicada a nivel operativo. Para estos pasajeros hubiera sido el escenario más cruel, porque, según las fuentes jurídicas consultadas, sí que hubieran tenido derecho a asistencia (comida y hasta alojamiento) pero no a indemnización, ya que la aerolínea podría alegar causas de fuerza mayor.
Llegados a este punto, la mayor amenaza que se cierne sobre los viajeros es la protesta anunciada por el personal de tierra de Iberia (27 y 28 de julio y 3 y 4 de agosto), un tipo de huelga que se acostumbra a definir como “externa”, (igual que la de los controladores aéreos,) en el sentido de que sus efectos también se extienden como una mancha de aceite.
En efecto, Iberia se encarga de servicios de handling (incluye asistencia en tierra, incluidas la atención a personas de movilidad reducida, mercancía, correo y servicio de pasarelas) o facturación de otras compañías en el aeropuerto barcelonés. Esta empresa atendió un total de 342.000 vuelos en España, para un total de 91,2 millones de clientes.
En Barcelona, Iberia da servicio a Air Nostrum, Vueling, Iberia Express, Aer Lingus (las aerolíneas del grupo IAG) más un puñado de otras compañías como Monarch, El Al, Air Algérie, Egyptair o Evelop. Así que los viajeros de estas aerolíneas también pueden sufrir incidencias. Según los datos aportados por Iberia, su personal de tierra, atiende unos 65.000 vuelos al año en El Prat
El paro del personal de tierra de Iberia puede afectar a 700 vuelos de varias aerolíneas El servicio de ‘handling’ da asistencia a diez aerolíneas en el aeropuerto de El Prat
con lo que, los cuatros días de huelga anunciados, más de 700 vuelos están el punto de mira. “A nivel legal, dependerá luego del juez y del caso concreto valorar si se les puede atribuir a las aerolíneas que han contratado estos servicios algún tipo de responsabilidad, ya que muchas de ellas no pueden desempeñar estos servicios operativos al no tener personal suficiente” precisa Dan Miró, abogado especialista en derechos de los pasajeros.
Por su parte, Iberia es consciente de la repercusión negativa que puede tener el paro en el tráfico aéreo. “La huelga se convocó en el entorno de las dificultades que está sufriendo el aeropuerto de Barcelona, como consecuencia especialmente de la huelga de los controladores aéreos franceses de Marsella”.
De hecho, según Eurocontrol, en el mes de junio los retrasos en ruta por gestión del tráfico aéreo se incrementaron un 150% respecto a 2017, debido a problemas de capacidad y mal tiempo. Eurocontrol también estima una acumulación de más de 400.000 minutos de retraso debido a las deficiencias en el control de tráfico aéreo de Marsella”. En julio y agosto puede ser peor.