Puigdemont aparta a Pascal y toma el control del PDECat
oeLa coordinadora de los demócratas renuncia al negarse a subordinar el partido a la nueva Crida Nacional oeDavid Bonvehí será el nuevo presidente de la formación y Míriam Nogueras, la vicepresidenta
Carles Puigdemont se ha salido con la suya. Tres días de presión intensa, desde que el jueves trascendió que si Marta Pascal seguía al frente del PDECat después de la asamblea nacional de este fin de semana él abandonaría el partido, han sido suficientes para que la coordinadora general haya acabado tirando la toalla. El pulso, en todo caso, se ha mantenido prácticamente hasta el final y no fue hasta ayer a media tarde que la hasta ahora líder de la formación dio su brazo a torcer, casi al mismo tiempo que el PDECat acordaba, sin fisuras, su integración en la Crida Nacional per la República impulsada por el expresidente de la Generalitat.
“Lo que no puede ser es que la coordinadora general no tenga la confianza del president Puigdemont, y yo no la tengo, y por esta razón anuncio mi renuncia”, justificó sin pelos en la lengua Pascal, en su declaración de despedida. Arropada por los miembros de la dirección ejecutiva que ha encabezado, los diputados en el Congreso Jordi Xuclà y Carles Campuzano, otros dirigentes como Joan Rañé o Pere Soler y miembros de su equipo de colaboradores, ofreció una declaración sin preguntas ante los medios de comunicación en la que, además de atribuir abiertamente al expresidente de la Generalitat la causa de su paso atrás, recordó las “muchas dificultades” y los “momentos complejos” con que se ha encontrado desde que el 2016 asumió la dirección de la formación y expresó su voluntad de “seguir siendo fiel al partido que me lo ha dado todo”. Un partido que reiteró que “queremos grande y fuerte” y por el que pidió que continúe trabajando el que ha sido su número dos, David Bonvehí. Y después se despidió también de la militancia asistente a la primera asamblea nacional del PDECat, que le dedicó una cálida ovación, y en algún caso incluso algunas lágrimas mientras la abrazaban.
Una vez consumada la retirada de Pascal, Bonvehí pasará a ser precisamente el nuevo hombre fuerte del partido, como presidente, que recuperará las funciones ejecutivas que perdió cuando Artur Mas cedió el testigo hace justo dos años en el congreso de refundación de CDC. Le acompañará como vicepresidenta Míriam Nogueras, diputada en el Congreso, y un equipo de dirección de hasta veinticuatro personas entre los que estarán el exalcalde de Tortosa Ferran Bel –la que sería la persona más próxima a la coordinadora general– o David Font, el coordinador de la asamblea nacional, además de alcalde de Gironella. De este equipo hubiera podido formar parte, pero sin ninguna responsabilidad –la prevista figura de la secretaría general acabó siendo eliminada–, la propia Pascal, que finalmente no sólo ha optado por apartarse de la primera línea, sino por no estar presente en la nueva cúpula. Y al no estar ella presente tampoco lo estará, en principio, la cara visible del sector crítico, el alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals. La idea es que continúe toda la ejecutiva actual, a excepción de Lluís Font y Meritxell Ruiz, y se incorporen nombres como Damià Calvet y Miquel Buch. Y también suenan Genís Boadella, Ferran Falcó o Violant Cervera.
Todos ellos formarán parte de una única candidatura que hoy será elegida por la militancia como nueva cúpula del PDECat. Una candidatura que es, en realidad, la que tenían prevista y acordada desde el primer momento el entorno de Puigdemont, los exconsellers presos y los críticos a través de lo que ha dado en llamarse el pacto de Lledoners y que es lo que ha rechazado desde el minuto cero Pascal. Y cuyo cometido principal a partir de aho- ra será trabajar para convertir en realidad la integración en el nuevo proyecto político de Puigdemont, la Crida Nacional per la República, incluida en la hoja de ruta del partido por medio de la ponencia política. Porque, aunque las adhesiones tengan que ser a título personal de los militantes, a nadie se le escapa que la voluntad no es reforzar el PDECat como una marca con entidad propia, como pretendía la coordinadora general, sino subordinarlo y diluirlo en el movimiento del expresidente de la Generalitat, que está previsto que en otoño decida qué forma adopta. En este sentido, la ponencia política incorporó justamente –en una enmienda a instancia del entorno de Puigdemont– la creación de una comisión negociadora, una especie de comité de enlace, que será la encargada de articular, de acuerdo con la nueva dirección, la plena confluencia en la Crida Nacional per la República.
Y la ponencia de organización apostó, por su parte, porque esta comisión negociadora la integren los exconsellers presos –Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn– y el exconseller desplazado a Bruselas –Lluís Puig–, sin descartar que los propios Bonvehí y Nogueras formen asimismo parte de ella. En todo caso, los acuerdos que vaya adoptando tendrán que ser ratificados por el conjunto de la militancia del PDECat, que habrá que ver si se decanta por conservar un cierto perfil propio como quieren algunos o si opta directamente por la desaparición del partido como preconizan otros. La línea política, sea como sea, tendrá que concordar con la que fije Puigdemont, encaminada a la construcción de la república catalana. Y de acuerdo con ello hoy la asamblea nacional tendrá que pronunciarse, por ejemplo, sobre si prefiere incorporar a su hoja de ruta el compromiso de “hacer efectiva la república catalana de manera inmediata” a secas o lo hace con el añadido, no menor, de “lo antes posible”.
Del resto de ponencias destaca la municipal, en la que se certifica la decisión de concurrir a las elecciones municipales del 2019 bajo el paraguas de JxCat. Y también la europea, en la que el debate sobre la desvinculación de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), a causa de la presencia de Cs que, a su entender, desvirtúa el papel tradicional de la familia liberal europea, se ha dejado abierto en espera de cómo evoluciona la situación política en Europa. La asamblea nacional del PDECat acabará hoy con una clausura que contará con la presencia del actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, y en la que finalmente no se descarta que intervenga el propio Puigdemont. Y que tendrá de invitado de excepción al exprimer ministro de Escocia Alex Salmond.