El mito sigue vivo
Tiger Woods firma un gran recorrido y se asoma al liderato una década después
No fue el Tiger Woods de antaño. Varios errores en putts fáciles que en su día habría embocado con los ojos cerrados lo pusieron a las claras, como en las dos primeras jornadas. De no ser por ello, el exnúmero 1 del mundo habría firmado ayer un recorrido sensacional. Porque con el driver y en el approach, la recordada leyenda volvió a hacerse realidad por momentos en el maltrecho campo de Carnoustie, que a su exigencia habitual suma una especial dificultad por su dureza. La reaparición del tigre hará que, en cualquier caso, este Open Británico tenga hoy un final tan emocionante como inesperado.
Ayer, Woods llegó incluso a asomarse al liderato provisional pese a sus dos primeras tarjetas con un par pelado. Desde 2009, y ha llovido, el nombre del golfista californiano no había vuelto a aparecer en lo más alto de la clasificación de un major. Y su última victoria fue ya hace diez años, cuando consiguió el US Open.
El espejismo duró el tiempo que su compatriota Kevin Kisner, que partía como líder, empezó a sumar hoyos, y el de la fulgurante aparición del también estadounidense Jordan Spieth, quien con un recorrido de -6 consiguió dar el sorpasso y convertirse en colíder junto al también norteamericano que cierra un triple T1: Xander Schauffele. Sorprendió también el italiano Francesco Molinari. Con una tarjeta de 6 bajo fue otro de los que adelantaron a Woods y hoy lo acompañará en el recorrido definitivo.
Pero nada de eso restó protagonismo a un reaparecido Tiger, de aspecto envejecido a sus 42 años. Ávido de gestas, el público se volcó con él y fue uno de los participantes en este The Open que ayer arrastró a más gente consigo. “No he jugado el Open en los tres últimos años y volver aquí ha sido una experiencia increíble, con tanta gente que te sigue y quiere que lo hagas bien”, había señalado el viernes. Ayer no pudo sentirse más arropado.
Los 66 golpes con los que cerró esta tercera jornada le permitieron remontar 23 posiciones y salir hoy como uno de los aspirantes a luchar por el título pese a los 4 golpes que lo separan de los tres líderes. En otras circunstancias sería un despropósito no tenerlo en cuenta. En las actuales, todo dependerá de si Woods vuelve a tener un buen día y, sobre todo, si es capaz de sumar a su swing y a la estrategia que desarrolló ayer su legendario acierto en el green.
“Sabía lo que podía pasar ahí fuera antes de salir y era consciente de que tenía que ir a por el campo”, señaló al finalizar su recorrido, sin dejar de felicitarse por su actuación y por la “oportunidad” que tiene hoy de pelear por el título. Para Tiger, un factor que puede ser determinante a su favor es que haga viento, como así indican las predicciones. Cualquier cosa que dificulte el juego de sus rivales y permita vislumbrar la remontada. Porque, más allá de su capacidad para volver a ser aquel felino del golf, lo que ayer mostró Woods es su ilusión por volver a competir.
El ex número 1 partirá hoy sexto, a 4 golpes del liderato que comparten tres estadounidenses