Reflexionando
He estado reflexionando sobre un acto al que asistí en Madrid. Un ponente clave del acto fue el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Asistían 2.000 personas. Inauguraron el acto la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet. Había premios Nobel y prestigiosos personajes como ponentes. Barack Obama explicó su afecto hacia España, donde dijo que había pasado períodos fenomenales con su familia. Se quedó un rato por allí y algunos consiguieron una foto con él. Luego se fue al Museo del Prado con su majestad el Rey. Pero durante su conversación con Juan Verde, moderador del evento, profundizó con gran visión en los temas económicos y tecnológicos más cruciales.
La alcaldesa de Madrid tuvo un discurso afectuoso, agradeciendo la visita a Madrid de los asistentes, explicando su interés en que Madrid recibiese visitantes de todo el mundo e indicando que Madrid los recibiría con agradecimiento y afecto. Sin duda, este tipo de eventos crean marca. Los comentarios internacionales en medios gráficos o digitales fueron positivos. Se habló del mundo pero se mencionó muy poco a Barcelona.
Mi reflexión me lleva a pensar que en Barcelona estamos generando una información negativa y destruyendo la marca que habíamos creado. Nuestros líderes se deben sentir bien viéndose diariamente en la prensa y en la televisión. Quizás no siguen o no les preocupa lo que sale en los medios del resto del mundo. Salimos al lado del Brexit donde se pinta que la serñora May claramente se equivocó con la idea de salir de la Unión Europea y lleva meses frenética intentando resolver problema tras problema para que esa salida no sea una salida en realidad, cosa que supondría infinidad de problemas para los ciudadanos británicos. Pero aquí hablamos de independencia sin hacer una lista de los problemas que podría crear como, entre otras cosas, salir de la UE.
En mis reflexiones tengo una larga lista de temas que podrían decidirse en Catalunya mejor que en Madrid. Por ejemplo, Barcelona tiene hospitales, escuelas de negocios y otros estudios y servicios que están en los primeros niveles del mundo y podrían diseñar sus propias regulaciones. Con los volúmenes enormes de personas y productos que pasan por nuestro aeropuerto y nuestro puerto, la estrategia de estos temas podría ser absolutamente local, con las regulaciones adecuadas pero a nivel global. ¿No es anticuado que un empresario chino que ha venido al Mobile World Congress, se ha enamorado de Barcelona y ha decidido comprar un piso en el Paseo de Gracia, tenga que viajar a una de las pocas ciudades de China donde España tiene embajada o consulado, pedir día y hora, hacer cola y a veces tener que volver con más datos? Necesita un visado para venir y no perder la paga y señal depositada cuando se enamoró del piso. Estamos en la era digital, ¿no podríamos crear una gran embajada digital (con apoyo telefónico) para facilitar la venida de gente valiosa interesada?
Hoy las regulaciones deberían ser globales. Si la Food and Drug Administration de EE.UU. aprueba un medicamento, ¿no es suficiente para todo el mundo? Si alguien quiere invertir su dinero en un lugar del mundo porque le parece que ha descubierto allí una oportunidad interesante, ¿por qué tener que acabar pagando impuestos en los países, pasar cantidad de trámites durante meses y no estar seguro de haberlo hecho todo bien? Para mí está claro que hemos de pagar impuestos para poder ayudar a los más pobres, asegurar una buena educación y una buena sanidad para todos y resolver otras necesidades sociales, pero ¿podríamos simplificar la burocracia y su coste? ¿Será mejor la sanidad y la educación y menores los impuestos en una Catalunya independiente? Nos apuntaríamos muchos, pero no está nada claro y no se habla de ello.
En Barcelona estamos generando una información negativa y destruyendo la marca que habíamos creado