Trump reabre el frente contra Irán con un tuit demoledor
Avisa a Teherán de “consecuencias que pocos han padecido antes en la historia”
Lo ha vuelto a hacer. El presidente Donald Trump echó mano ayer de su manual para provocar otra discusión que aparque el sonrojo por su pasión rusa de Helsinki, dejando en ridículo a sus espías, o por las grabaciones en las que negocia con su abogado el pago por el silencio de una chica Playboy.
Que no pare la noria. Ningún presidente de Estados Unidos había demostrado tal capacidad para crear nuevas sensaciones y distracciones. Un tuit de vértigo.
A esta nueva contingencia la han bautizado como “la guerra de las palabras”. Su misil verbal, un micromensaje escrito en mayúsculas para enfatizar su capacidad como matón, lo dirigió a su enemigo preferido, Irán, para complacencia de su gran amigo Beniamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y agravio de sus “aliados” europeos. En su mayúsculo texto, avisó a Teherán de un ensañamiento demoledor si persevera en la intimidación.
“Al presidente iraní Rohani: Nunca más amenace a Estados Unidos o sufrirá consecuencias como las que pocos han padecido antes en la historia. Ya no somos un país que soportará sus demenciales palabras de violencia y muerte. Sea cauteloso”.
Todo apunta que Trump, desvelado de madrugada, respondió a Rohani, que el domingo advirtió a EE.UU. que no incite a los iraníes contra sus dirigentes. “América debe saber que la paz con Irán es la madre de todas las paces y la guerra con Irán es la madre de todas las guerras”, dijo.
¿Alguien olvida “el fuego y destrucción como nunca”? La réplica recordó a la dedicatoria a Corea del Norte que Trump remitió a Kim Jong Un desde el estrado de la Asamblea General de la ONU el pasado septiembre.
Tras su cita en Singapur, Trump adora al dictador de Pyongyang, hasta el punto de que ayer arremetió contra The Washingto Post y su dueño, Jeff Bezos, por publicar que, en privado, el presidente está que arde por los incumplimientos del norcoreano. “Error, estoy muy feliz”, tuiteó.
Está por ver si el caso iraní es una tormenta de verano o un calentón estival, pero los expertos terciaron que la situación en Oriente Medio es más explosiva y estratégica que la de un territorio aislado en la península de Corea.
Diversos analistas incidieron en la influencia iraní en la guerra de Siria o en el eterno conflicto palestino-israelí. Además, Teherán controla buena parte del estrecho de Ormuz, paso obligatorio para la navegación de los buques de combustible. Los estadounidenses navegan semanalmente por ese enclave.
“Nada más llegar al cargo, el presidente mató la diplomacia con Irán y cerró el canal de comunicación que abrió Obama, por lo que es más fácil la confrontación”, indicó Trita Parsi, responsable del Consejo Nacional IraníAmericano. “Es más peligroso subestimar el peligro que sobreestimarlo”, remarcó.
Trump retiró en mayo a su nación del pacto internacional antinuclear firmado en el 2015 bajo el auspicio de Barack Obama. Esto supuso reinstaurar las sanciones
Rohani había señalado que “la guerra a Irán es la madre de todas las guerras” “Ya no somos un país que soportará sus demenciales palabras de violencia y muerte”
suspendidas por ese acuerdo. Su oposición a esta iniciativa fue uno de los motores de la campaña del actual presidente, que contó con ayudas millonarias del lobby judío contra ese pacto, por temor a que Irán se imponga como fuerza decisiva en la zona. Al amparo estadounidense, dos actores irreconciliables como Arabia Saudí e Israel se han aliado de tácito para enfrentarse a Irán.
La escalada de la belicosidad léxica se produce a menos de un mes de que se reinicie los castigos bancarios, mientras que sanciones mayores, previstas para noviembre, están dirigidas a cortar virtualmente el acceso del país persa al mercado petrolífero.
El tuit de Trump estuvo precedido por una dura intervención de Mike Pompeo, secretario de
Estado, en la biblioteca presidencial Ronald Reagan de Simi Valley (California). El publico predominante lo componían personas de origen iraní. Pompeo arremetió contras los dirigentes religiosos y militares de la república islámica. “El nivel de corrupción y de riqueza entre los líderes demuestra que Irán está regido por gente que evocan más a la mafia más que a un gobierno”.
Según su versión, su administración ha concluido que Teherán no ha cambiado su política, cosa que significa una ruptura a lo postulado por Obama en su día, quien sostuvo que un acuerdo atómico mejoraría la economía y la vida de los iraníes.
“El pacto nuclear no ha moderado a los gobernantes iraníes, los ha convertido en lobos con piel de cordero”, insistió Pompeo en relación al líder supremo Alí Jamenei. Pero el jefe de la diplomacia, centrado más en una crítica personal, no aludió a un cambio de régimen.
“La administración Trump y sus palabra son sólo compatibles con una política que fomenta los disturbios y la desestabilización de Irán”, replicó Trita Parsi.
IRNA, agencia de información estatal, descalificó ayer el mensaje de Trump. “Son las palabras de un acosador y la retórica que usa
Trump predijo en falso en el 2012 que Obama atacaría Irán porque “está desesperado”
sobre todo en su tuits madrugadores”, difundió en su respuesta.
La Casa Blanca, en sintonía con el jefe, redobló la apuesta. “Si alguien está incitando a algo, no busquéis más allá de Irán”, afirmó Sarah Huckabee Sanders, portavoz de la Casa Blanca. “El presidente ha sido muy claro sobre lo que no va a permitir”, añadió.
En esta línea también se expresó John Bolton, consejero de seguridad nacional y halcón mayor, en cuyo mostacho siempre hay una migaja de ardor guerrero. “He hablado con el presidente a lo largo de los últimos días y me ha dicho que si Irán hace algo negativo, pagará un precio que muy pocos países han pagado”.
De vuelta al principio. Trump tiene una larga historia de incendiar disputas en Twitter con líderes de otras naciones para sacar rédito nacional. “Os dije que Obama atacaría a Irán para mostrar su dureza”, escribió en el 2012. Otro más: “Ahora que Obama cae en picado en las encuestas atacará Irán. Está desesperado”.
Trump tiró ayer de su manual.