El 51 por ciento de las catalanas ha sufrido agresiones machistas
El 75% de las víctimas no denuncia pese a saber que hay delito
“Las cifras son muy preocupantes y nos tenemos que alarmar como sociedad, nos tenemos que alarmar porque sigue existiendo este nivel de tolerancia hacia la violencia sexual”. Así analizaba Miquel Buch, conseller de Interior, los datos de la encuesta sobre violencia machista en Catalunya, presentada ayer y basada en 9.577 entrevistas a mujeres y 1.378 a hombres. Son muchos los aspectos analizados que dibujan este panorama “alarmante” y que afecta directamente a más de la mitad de las catalanas. Y para empezar el hecho de que un 74% de las mujeres que consideran que han sufrido violencia machista el último año no lo han denunciado.
Sin la denuncia, dijo Buch, es difícil activar las herramientas de acompañamiento a la víctima. Pero como se ha señalado en reiteradas ocasiones, la mirada se ha de poner sobre todo en las escasas respuestas que aún da el sistema. Pese a que la cifra de denuncias es baja, ha habido un incremento del 8,4% con respecto al 2010. Entre las causas que se citan para no interponer denuncia se señala los sentimientos de culpa y vergüenza (14,2%), el miedo (13,4%) y también se alegan las características del procedimiento que deben afrontar (12%).
Entre el total de mujeres que sufrieron algún tipo de violencia sexual en el último año, un 53,5% no lo denunciaron al no identificarla como delito o al minimizar los hechos. Este amplio trabajo realizado por técnicos del departamento de Interior especializados en políticas contra la violencia machista visibiliza esta cifra negra. Las denuncias son sólo la punta del iceberg.
La encuesta releva también que un 17,6% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia sexual este último año (en el 2016), un porcentaje que es del 13,1% si se eliminan los comentarios, gestos sexuales o exhibicionismos, entrando así en agresiones más graves. Excluyendo también estos hechos más leves, el 50,7% de las catalanas afirma haber sufrido violencia machista al menos una vez a lo largo de su vida. Una cifra que, en palabras de la consellera Elsa Artadi, refleja una sociedad de raíz patriarcal y por tanto con un grave problema estructural. Agresiones que van desde el acoso en las redes, los tocamientos hasta la violación.
En el primer apartado de la encuesta se analiza la “victimización general”, y en cuanto a las agresiones fuera del ámbito de la pareja un 20,9% tuvo lugar en locales de ocio, un 18,3% en el espacio público y 17,1% en el transporte público. La mayoría fueron realizadas por hombres desconocidos.
Hay que salir de las cifras frías y entender esta fotografía precisa de la violencia que sufren las mujeres a lo largo de su vida, cómo les afecta y cómo lo interpretan los hombres que también han sido incluidos en la encuesta. Casi la mitad de las mujeres que sufrieron alguna agresión machista en el 2016 y que relatan una afectación fuerte procuran desde entonces no salir solas de casa. Tienen miedo. Un 22,5% sale pero con más temor, un 22,1% ha cambiado sus actividades habituales y un 14,8% lleva algún objeto para defenderse.
“Es muy preocupante –dijo el conseller– cómo estas agresiones coartan la libertad y demuestra que la violencia no es cuestión de un día, es necesario ver todas las consecuencias”. Por ello, consideró que es deber del Govern garantizar la libertad de todas las catalanas. El retrato que realiza esta macroencuesta ha de servir para presentar el próximo mes de setiembre las bases de un Pacto Nacional contra la Violencia Machista.
La evidencia de que es un problema enraizado en la estructu-
La encuesta del Govern refleja los alarmantes datos de violencia sexual y la tolerancia social, según Buch
ra de la sociedad queda reflejado a la hora de analizar cómo responden los hombres al pedirles que evalúen una serie de comportamientos machistas. Un 6% consideran que no dejar que la mujer hable con otros hombres no es violencia machista.
El estudio pregunta por primera vez a mujeres con diversidad funcional o que consideran que tienen algún tipo de discapacidad física o psíquica y un 41,1% afirman haber sido maltratadas por sus parejas o ex parejas. En una visión general, un 12,4% de las mujeres han sufrido alguna agresión machista en su relación de pareja actual.
Tampoco se olvida el estudio de abordar la situación de la infancia, con cifras de nuevo preocupantes ya que un 12% relata haber sufrido hechos muy graves. El 44% indica que los agresores eran personas conocidas. Un estudio que retrata así al detalle un problema cultural y, como señaló Artadi, de país. En la parte positiva queda reflejado el mejor conocimiento por parte de las mujeres de las múltiples manifestaciones de las violencias machistas y una mayor sensibilización social.
Los datos han de servir de herramientas de trabajo para las nuevas políticas de igualdad que quiere definir el Govern de la Generalitat.