Enric Montefusco
MÚSICO
El músico Enric Montefusco presenta de forma excepcional en el Teatre Grec su nuevo disco, Coros de medianoche, junto a los cómplices con los que lo ha hecho posible, como Albert Pla, Nacho Vegas o Niño de Elche.
Enric Montefusco fue líder del grupo Standstill durante más de tres lustros y se lanzó al ruedo en solitario hace dos temporadas con la publicación del álbum Meridiana. Una obra que sorprendió porque su contenido era muy autobiográfico y con numerosas referencias personales a su infancia, a como se relaciona con el otro y consigo mismo. Ahora ha proseguido la senda con la publicación hace unas semanas del ep Coros
de medianoche (Sony), un disco de cinco canciones propias interpretadas junto a otros tantos artistas (Niño de Elche, Albert Pla, Los Hermanos Cubero, Maria Arnal y Nacho Vegas), dando forma a una canción popular con la que contar historias personales. En un concierto que se puede considerar único, esta noche estrenará en el Teatre Grec (22 h) su flamante obra con los mismos protagonistas que le han dado forma.
¿Cómo ha surgido un proyecto tan inusual en su carrera? Entre disco largo y disco largo siempre intento hacer un nuevo proyecto para que me ayude a aprender, a oxigenarme, que igual no encaja en formato de disco. En esta ocasión me apeteció jugar un poco con las posibilidades que da la canción popular, o lo que yo entiendo por canción popular, y eso me dio pie a jugar con la idea de la autoría. Y proponer unas canciones en donde lo que hay detrás, es decir, el contenido, esté por encima del autor. No solo a nivel interpretativo sino a nivel de composición, al menos a nivel de letra.
¿Qué tienen en común los cinco temas que dan vida al volumen? Que han salido en el mismo momento de mi vida, y que a diferencia de Meridiana no son tan autobiográficas sino que buscan el nosotros. Meridiana eran episodios de mi vida y aquí el punto de partida es el hecho de haber compartido las letras con otros músicos.
Es la primera vez que cede protagonismo en su carrera en solitario. Lo he hecho con conciencia, con voluntad y con un argumento artístico, para intentar explorar las posibilidades de la canción. Es muy distinto a cuando estaba en Standstill, en donde también compartía, pero era de otra manera. Ahora hablo más de mí, y he querido levantar la mirada y compartir.
Usted dice que su este nuevo disco es de canción popular. ¿Qué entiende usted por ese término? Me llegan a poner a Jacques Brel hace quince años y no hubiese entendido nada, y ahora me fascina. Creo que la canción popular es un elemento fundamental para hacer aflorar y sublimar cosas que hay enterradas en la intimidad de cada uno de nosotros y que necesitan un vehículo para mejorar el mundo en que vivimos. La cultura de masas ha desvirtuado absolutamente lo que es la canción popular.
Y eso no tiene nada que ver con el vestido sonoro que uno le ponga, ¿no? Exacto... no tienes porque cantarla acompañado de un acordeón, por decirlo de alguna manera.
¿Por qué le interesa ahora ese formato? Supongo que porque vengo del punk y del hardcore, y la electricidad y la intensidad que llegan de esos lugares ya no me resultan atractivas. Ya las he explorado y ahora me interesan otras cosas; me gustan los elementos más orgánicos, atemporales. A medida que pasan los discos tiendo a simplificar y a que las letras y los contenidos vayan ganando importancia por encima de los arreglos musicales.
¿Cómo definiría la mayor virtud de sus invitados en el disco y en el escenario, es decir, Albert Pla, los hermanos Cubero, Nacho Vegas, Maria Arnal y Niño de Elche? De todos me gusta que tienen un carácter muy fuerte, que han encontrado un lugar en el mundo y lo han llevado muy lejos y han hecho cosas interesantes con ello y lo han puesto al servicio de un compromiso artístico y político incluso. Y, además, en alguna medida todos ellos han tocado la canción popular de una manera que a mi me interesa.
Coincidiendo con el ep, acaba de publicar su primer libro, Carne de cañón (Bandaàparte Editores). En una primera instancia la editorial se puso en contacto conmigo porque les gustaba el mundo literario que proponía en mi trabajo. Que hiciera lo que se me ocurriese con una libertad total. Al principio no lo vi hasta que de pronto lo tuve claro: reordenar todo lo que había escrito hasta el momento, tanto en letras como en textos, desde que escribo en castellano. Reestructurarlo todo y reubicarlo según ejes dialécticos o problemáticas recurrentes en mi vida. Y para introducir cada tema he escrito una serie de relatos cortos actuales autobiográficos.
¿Qué Montefusco aparece tras leer el libro? Se ve la evolución de una persona que nació en un contexto que le pareció adverso a lo que necesitaba ser y que ha tenido un desarrollo personal y artístico de más de veinte años para irse encontrando e ir deshaciéndose de las cosas que le han ido cayendo. Pinto de negro el contexto y el mundo de
EL CONCIERTO Hoy compartirá escenario con Niño de Elche, Nacho Vegas, Albert Pla o Maria Arnal SU PROFESIÓN “Soy una persona que comunica cosas que pueden tener un papel cultural y político”
ahora, pero en el libro creo que marco una dirección de salida de ese lugar oscuro. Este libro alienta que cada uno se escuche a sí mismo y sea valiente a lo que le dice su interior.
¿No le azora desnudarse como lo hace en este libro? Es que he hecho esto toda mi vida. Mi profesión es esta, yo no soy músico. Soy una persona que intenta jugar con los elementos que se le ponen cerca, acordes, melodías, palabras, focos, para comunicar cosas que necesito comunicar y que luego ve que pueden ayudar y tener una función cultural e incluso política.