La oposición ve posible elecciones en Catalunya
La expulsión de Marta Pascal de la dirección del PDECat y la decisión del partido heredero de Convergència de integrarse en la Crida, el movimiento político impulsado por Carles Puigdemont, hace pensar a los principales partidos de la oposición que un adelanto electoral en Catalunya es más que posible. De hecho las direcciones de Ciudadanos, PSC y PPC permanecen alerta para que una llamada a las urnas el próximo otoño no les coja desprevenidos. “Es posible el adelanto electoral, aunque también cierto es que no se aclaran entre ellos”, señalaban fuentes de la dirección de Cs, que creen que Puigdemont puede intentar dar un golpe de efecto en otoño, coincidiendo con el inicio del juicio a los dirigentes independentistas. La líder de Cs, Inés Arrimadas, denunció que “el separatismo ha decidido cerrar el Parlament hasta octubre”. “Ha decidido que la oposición debe estar silenciada hasta que a ellos les dé la gana, que es octubre”, dijo. Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acusó al PDECat de haberse “radicalizado” y de haberse “ido a los extremos” tras su asamblea (congreso) y se cuestionó si “preferían que siguiera Rajoy” al frente del Gobierno. La portavoz del PSC, Eva Granados, señaló que es “impresentable” que se proponga la celebración del debate de política general en octubre y pidió que “se haga lo posible” para desencallar la situación y el Parlament pueda “funcionar de manera normal”. Mientras, la portavoz de los comunes, Elisenda Alamany, sostuvo que el “bloqueo” del Parlament es responsabilidad única de la pelea entre los partidos independentistas, así como por las discrepancias en el seno de Junts per Catalunya. Alamany argumentó que los comunes eran partidarios de que el mes de septiembre fuera hábil y se celebrase el debate de política general en la última semana de dicho mes. El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, se expresó irónicamente sobre la decisión de la Mesa del Parlament: “Gracias a los independentistas los diputados catalanes compartimos calendario vacacional con los escolares. Tres meses cerrado el Parlament. Una vergüenza que no inmutará a los abducidos”. /