Jorge Zepeda
ESCRITOR MEXICANO
El ganador del premio Planeta del 2014 Jorge Zepeda publica ahora la novela de misterio Muerte contrarreloj (Destino), cuyo argumento gira en torno a un crimen que se produce durante el desarrollo del Tour de Francia.
Al principio, la carrera parece maldita. No sería la primera vez que la ronda francesa, como otras vueltas ciclistas, se presenta marcada por el infortunio desde las primeras etapas. Pero en este caso pronto se verá que las desgracias son demasiadas. Y que siempre recaen sobre corredores clave. ¿Qué está pasando en la trastienda de la competición? ¿Hay un asesino entre nosotros, ciclistas y miembros del gran circo rodante?
Así se plantea la intriga de Muerte contrarreloj (Destino), lo último del escritor y antes periodista mexicano Jorge Zepeda, ganador del Planeta de 2014 por Milena o el fémur más bello del mundo; autor, también, de la serie de thriller político Los azules, que según anuncia a La Vanguardia se convertirá en una serie de Netflix.
El nuevo libro de Zepeda es una novela de misterio con planteamientos clásicos pero en un escenario tan original e inédito en el género como el Tour de Francia, que se está corriendo precisamente estos días. El protagonista, que habla en primera persona, se llama Marc Moreau y es el gregario o escudero de uno de los aspirantes al triunfo; es decir, uno de esos imprescindibles segundones que abren el camino y tapan aires y vientos para que el número uno de la cuadrilla vista cuanto y mantenga el preciado maillot amarillo.
“Estoy condenado a perder”, proclama en un momento dado Moreau sobre su condición de Sancho Panza de la bicicleta.
Fue esa renuncia previa, esa disposición a inmolarse por parte de los gregarios, lo que más atrajo a Zepeda del ciclismo; lo que más le animó a escribir la novela y, desde luego, lo que le decidió a elegir a esa figura como conductor y centro de la narración. “Para el curioso de la condición humana, me parecía fascinante explorar en aquello que forja a un perdedor; en lo que subyace en la psicología de alguien dispuesto a imponerse los terribles sacrificios exigidos al ciclista de alto rendimiento, en aras de que otro gane”. Porque de entrada es “un misterio” las razones por las cuales un tipo se presta a servir como “fusible que se quemará en algún momento de la carrera” y, una vez deje de ser útil para el campeón, quedará superado por el pelotón hasta hundirse en la clasificación general sin que a nadie le importe.
Para entender los móviles de los gregarios conviene leer la novela. Pero Zepeda nos hace un adelanto: “Son psicologías especiales. Es lo que trato de ilustrar con la vida del personaje, y por eso los primeros capítulos explican cuáles son las vivencias que conducen a la construcción mental de quien, de alguna manera, vive una vida subrogada y vicaria”. En todo caso, el protagonista no deja de ser un joven entrañable y normal con el que cualquier lector puede empatizar.
Gran parte del drama y la intriga de la novela se sitúan en una posible traición o acto de resarcimiento –según se mire– de Moreau a su líder y amigo, Steve Panata. A lo largo de buena parte de los 21 capítulos, correspondiente a las 21 etapas del Tour, la trama gira en torno a las condiciones en las cuales el escudero está dispuesto a poner fin a su subordinada complicidad con el número uno y, como le animan a que haga los acompañantes que más le quieren, aspirar a ser él mismo el ganador de la ronda.
Pero el núcleo del suspense está naturalmente en las muertes sobrevenidas a lo largo del Tour. Los autores y los instigadores de los crímenes están dentro de la vuelta. Es un enfoque conocido, incluso clásico, y Zepeda confirma la fuenda te de inspiración que a cualquier lector se le viene a la cabeza enseguida: “Siempre me atrajeron las tramas de Agatha Christie y su funcionamiento como un mecanismo de relojería, donde el reparto está dado desde el principio y uno de los personajes es el asesino. Son mecanismos de precisión en los que el rompecabezas de los hechos se descubre con participación del lector, que está invitado a tratar de adivinar quién es el asesino”, explica. El Orient Express es aquí el pelotón del Tour, con llega- en París el día de la vigésimo primera y última etapa.
Muerte contrarreloj está documentada con esmero. Se nota en los detalles. Uno de ellos es el funcionamiento del pelotón. Más allá de la imagen de masa informe y difusa que suele darse del grupo de corredores en las transmisiones televisivas, Zepeda lo describe como un organismo vivo que en determinados momentos se vuelve imprevisible y adquiere vida propia. “Es como una bandada de pájaros que gira con una especie de sincronía o coreografía que sale de Dios sabe dónde”. Así, el pelotón escapa a ratos al control de los directores técnicos de la vuelta y funciona bajo unas leyes no escritas que aplican sin señal previa ni orquestación, hasta el punto de llegar a bloquear a los que intentan violarlas, por ejemplo en una escapada improcedente en la etapa de trámite del último día.
Para conocer las interioridades del ciclismo, Zepeda se incrustó en algunas rondas menores en las que, a diferencia del Tour, pudo convivir con ciclistas y técnicos. Donde más aprendió fue en la Volta a Catalunya del año pasado. Allí pudo subirse a un coche oficial de los que usan los preparadores para impartir instrucciones y repartir vituallas. Tanto los periodistas habituales como los corredores y técnicos lo “adoptaron”, dice, y le enseñaron de todo: “Me contaban cómo se puede hacer caer o desestabilizar a un hombre, por ejemplo con un empujón en determinada curva. Era divertido”, se ríe al recordarlo.
Después de esta novela, vendida ya a otros países para publicarse en diez idiomas, Zepeda piensa escribir otra ambientada en el mundo de la música. Las investigaciones políticas de Los Azules quedan “aparcadas” literariamente, y Netflix basará su serie en los tres libros que, con esos protagonistas, ya se han publicado: Los corruptores, Milena... y Los usurpadores. La narrativa de Zepeta se lee fácil; ahora también se dejará ver.
“Me fascinaba ver lo que subyace en la psicología de alguien dispuesto al sacrificio en aras de que otro gane”, dice Zepeda