Posturas sin salida

Con el éxito de la moción de censura a Mariano Rajoy y la entrada en el Gobierno de Pedro Sánchez, muchos tuvimos un atisbo de esperanza en el modo de gestionar el llamado conflicto catalán y otros proyectos anclados desde hace tiempo.

A los pocos días de tomar posesión del cargo, Pedro Sánchez manifestó su intención de reunirse con Quim Torra y hablar de todo. Así lo hizo. Cumplió. La vicepresidenta se dirigió a la rueda de prensa con el resultado de la reunión y aquí vimos una buena intención de llegar a un entendimiento, cediendo unos y otros y formando grupos de trabajo bilaterales. El expresident Puigdemont, que exigía diálogo al Gobierno, ahora ya no tiene excusa. Pero por los pasos que están dando los partidos independentistas parece que sólo eran palabras vacías de intención. No sólo no están actuando democráticamente, ya que lo hacen por la vía unilateral, sino que además retiran a quien duda o no está en su línea. Y todo esto a distancia.

¿Cómo es posible que se haga una buena política a distancia y que imponga sus decisiones? Y lo peor, ¿por qué le obedecen? Todo apunta, ojalá me equivoque, a que el Gobierno de Sánchez retirará sus buenas intenciones y nos encontraremos ante posturas tan radicales que no tendremos salida. Repito. Ojalá me equivoque.

ROCÍO AHNERT Suscriptora Barcelona