Polémico cierre de un equipo de radioterapia en Reus
El hospital arrastra un déficit millonario desde el 2010
Duras críticas y cruce de acusaciones a raíz del cierre “temporal” en el hospital universitario Sant Joan de Reus de uno de sus tres aceleradores lineales, equipos de radioterapia fundamentales para el tratamiento de muchos de los tumores. La dirección del centro, de gestión 100% municipal y en una delicada situación económica, niega que la clausura del equipo, fuera de servicio desde el 16 de julio, responda a una motivación económica para reducir el elevado déficit que arrastra el hospital.
Los gestores del Sant Joan anuncian que se reabrirá el 30 de septiembre y que “ningún paciente se ha visto ni se verá afectado por el paro temporal del acelerador en verano”. La medida ha sido duramente criticada por el PSC, principal partido en la oposición en el Ayuntamiento de Reus. El Consistorio, gobernado por el PDCat y ERC, es el máximo responsable de la gestión del hospital, y sigue a la espera de que se concrete la formación del nuevo consorcio sanitario ya pactado con la Generalitat para poder hacer frente al déficit millonario que arrastra el hospital desde su inauguración (2010).
El paro del equipo de radioterapia ha provocado los reproches de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR). La comunidad científica asegura que se “reducirá en un 25% la capacidad asistencial para pacientes con cáncer de la provincia de Tarragona, con cuatro equipos de radioterapia para una población de 800.000 habitantes”.
El hospital reusense sostiene que se están atendiendo con “plena normalidad a todos los pacientes que requieren tratamiento con radioterapia” en dos de los tres aceleradores lineales de los que dispone el centro. La dirección hospitalaria explica que, cuando la semana pasada se “paró temporalmente” uno de los equipos, concretamente el acelerador lineal ubicado en el viejo hospital Sant Joan, se estaba tratando a 13 pacientes, de los cuales 7 finalizaban el tratamiento aquella misma semana y los siete restantes, con un protocolo más largo, “se pudieron programar a los dos aceleradores del nuevo hospital porque disponía de capacidad suficiente”.
“En el caso de que se incrementasen las necesidades más allá de lo que puedan absorber los dos aceleradores o si hay una avería, el equipo del hospital viejo está en condiciones de entrar en funcionamiento de forma inmediata, ya que se han tomado las medidas de mantenimiento necesarias”, añade el doctor Joan Borràs, director adjunto del Instituto de Oncología de la Catalunya Sud. El centro asegura que nunca han tenido lista de espera de pacientes oncológicos porque se atienden de “manera inmediata”.
La oposición denuncia que la decisión responde a la necesidad de seguir ahorrando, alrededor de 20.000 euros en verano gracias al acelerador, antes de constituir el consorcio sanitario con la entrada de la Generalitat para financiar el déficit. La dirección del hospital es tajante: “Por ningún precio aceptaríamos hacer nada que pudiera condicionar la calidad que reciben los enfermos”. El hospital sostiene que se trata de una “cuestión de funcionamiento”, ya que “los dos aceleradores podían absorber la demanda”.
“Se ha creado un alarmismo innecesario con afirmaciones que no se sostienen con una base real. Crear confusión solo compromete el prestigio de los profesionales del hospital”, critica Noemí Llauradó (ERC), concejala de Salud en Reus y presidenta del consejo de administración del Hospital Universitari Sant Joan.
La Sociedad Española de Oncología Radioterápica critica la medida: “el cáncer no toma vacaciones”