Una niña aterrorizada
Unauto, la asociación que agrupa a las empresas de alquiler de coches con conductor, denunció ayer que al menos dos conductores fueron heridos durante las protestas de los taxistas. Uno de ellos, aseguran las fuentes de Unauto, sufrió una paliza, y a otro le arrojaron ácido. Pero quizás el episodio más violento y que más enturbió la marcha de los taxistas fue el ataque a un vehículo de Cabify en el que viajaba una familia de turistas franceses: una pareja y su hija de unos 6 años. El coche en cuestión se cruzó en el Eixample con varios manifestantes que en pocos segundos arrancaron los limpiaparabrisas del vehículo, le propinaron un montón de puntapiés, lo rociaron de pintura con un aerosol... “Hay una familia dentro”, gritó el conductor. La pareja y su hija quedaron aterrorizados.