Los Mossos creen que dos asaltantes de la joyería están ya en Portugal
La policía recuperó alguna pieza del botín robado en Castelldefels en poder del detenido la misma tarde del día del atraco
Los Mossos d’Esquadra sospechan que dos de los cuatro atracadores que el pasado 16 de julio asaltaron a punta de pistola una joyería del centro comercial Ànec Blau de Castelldefels ya han salido de España y probablemente han llegado a Portugal, donde tendrían algún colaborador que les está dando cobertura. Uno de los dos fugitivos sería el autor de los disparos con los que se abrieron paso en la huida. El hombre es un delincuente con un historial de numerosos delitos violentos en Chile, país de procedencia de los cuatro asaltantes.
Dos de los integrantes de la banda son delincuentes muy bregados, mientras que el otro par eran unos principiantes en proceso de aprendizaje del oficio. Los maestros serían el pistolero que sigue huido y el hombre que la misma tarde del atraco fue detenido por la policía local de Sant Boi. Horas después del asalto, una vecina le vio merodeando por su barrio. Sospechó que podía ser uno de los asaltantes de la joyería y se lo contó a un amigo que avisó a un familiar policía local de Sant Boi. Le localizaron y le detuvieron porque tenía una orden de búsqueda y captura. Al día siguiente, la Unidad Central de Atracos (UCA) de los Mossos se hizo cargo del individuo, que ya había sido identificado a partir de imágenes como uno de los autores materiales del robo de la joyería.
Al detenido de Sant Boi se le incautaron cuatro joyas del botín. De hecho, una de las pulseras la llevaba puesta en el momento del arresto. Los investigadores lograron llegar hasta un piso franco en Badalona que la banda utilizó los días previos al asalto. Una mujer, detenida también con otro colaborador, tenía la misión de dar cobertura logística a los delincuentes. Los cuatro hombres había actuado en Francia la semana anterior, donde fueron identificados. En Badalona esta cómplice les proporcionó la vivienda y el coche, robado dos días antes, que utilizaron para el asalto en el Ànec Blau. Junto a la ubicación del piso franco de Badalona, los Mossos d’Esquadra lograron situar otra de las viviendas utilizadas por la banda en Madrid.
Los Mossos tenían que actuar rápidamente. Los mandos de la División de Investigación Criminal tiraron del buen trabajo que se hizo con la Udyco de la Policía Nacional y les pidieron la vigilancia de ese inmueble en Madrid. Ese mismo jueves por la noche cayó en la capital el segundo participante en el asalto, un delincuente también muy experimentado y con una detención por un asalto violento en una joyería de Barcelona en el 2015.
Los investigadores tenían sospechas de que los otros dos, junto a buena parte del botín y el arma, estarían también en Madrid. Pero supieron que los investigadores les andaban pisando los talones y lograron burlar el dispositivo de vigilancia y llegar, al parecer, hasta Portugal, donde también tienen cobertura para mantenerse escondidos durante una temporada.
Durante todo un día la policía científica trabajó en la joyería asaltada sin conseguir aislar ni una sola huella ni resto biológico de los autores. El asalto duró escasos minutos y los cuatro iban cubiertos por completo precisamente para no dejar ni una sola pista que los pudiera identificar, aunque a partir de una imagen y la reacción de esa vecina se desencadenó un gran trabajo policial que falta concluir con las otras dos detenciones.