La Vanguardia (1ª edición)

La guerra de los Trump

El presidente de EE.UU. defiende que su hijo Don se reuniera con los rusos e insulta a la estrella del baloncesto LeBron James

- FRANCESC PEIRÓN

Trump contra Trump.

Dormitorio­s separados, la guerra en casa. Melania se vuelve a desmarcar de su marido, afeándole que el líder de la que se supone la nación bandera de la democracia caiga en la más pura expresión del autócrata tabernario al insultar a todo aquel que no comulga con su credo, en especial si son negros.

De habitual tan cómplice con su esposo, Melania debe de tener un arma secreta. Ella es la única persona que contradice al presidente de Estados Unidos y no sufre el castigo público de su tuit.

A la primera dama le dio el sábado por elogiar al rey LeBron James, el más célebre y mejor jugador de baloncesto hoy en día (a debate si es el mejor de la historia), por su labor filantrópi­ca en la educación, sobre todo de niños negros poco atendidos por las prioridade­s de este Gobierno.

Su comunicado sonó a cachetazo a Donald Trump a las horas de que él calificara de tonto al deportista, que había constatado que la fractura social y racial ha ido a más con este Ejecutivo. Las encuestas lo subrayan.

La noche del viernes, en la CNN, Don Lemon, afroameric­ano como él, entrevistó a James, que esta temporada jugará en los Lakers de Los Ángeles tras haber llevado al paraíso a los Cleveland Cavalliers de Ohio. Habló de su iniciativa de abrir una escuela de primaria en Akron, ciudad del mismo estado y donde creció, para atender a los estudiante­s en situación de riesgo.

En esa conversaci­ón, James señaló que Trump está utilizando a los deportista­s para confrontar a los estadounid­enses. El presidente ha llegado a pedir que se expulse de la liga y del país a los deportista­s que pongan la rodilla en el suelo al sonar el himno nacional.

“La preocupaci­ón por el racismo se ha disparado con nuestro presidente, intenta dividirnos”, afirmó James en su nueva crítica.

Al rato, el presidente sacó su látigo en Twitter. “Lebron James acaba de ser entrevista­do por el hombre más idiota en televisión, Don Lemon”, recalcó. Y en una verdadera contradicc­ión con el desprecio a ese periodista tan descalific­ado, añadió: “Ha hecho parecer inteligent­e a Lebron, que no es fácil. Me gusta Mike”.

El desdén de Trump a la inteli- gencia de los negros, algo recurrente entre los supremacis­tas blancos, no es nuevo. Por ejemplo, de la congresist­a Maxine Waters reitera que “tiene un coeficienc­ia intelectua­l muy bajo”.

El “Mike” de su tuit era una referencia a Michael Jordan, leyenda viva. A través de un representa­nte, el ex de los Bulls de Chicago respondió. “Doy mi apoyo a L.B., está haciendo un gran trabajo por su comunidad”. También replicó Don Lemon. “¿Quién es el verdadero imbécil, el que pone los niños en las aulas o el que los pone en jaulas?”, planteó ante la política de separar a las familias que cruzan la frontera sur.

Si esta respuesta era previsible, la que no se esperaba es la de la primera dama, que se expresó mediante su portavoz.

“LeBron James está haciendo cosas muy buenas en beneficio de nuestra próxima generación”. Incluso se ofreció a visitar la escuela recién inaugurada.

Pese a la claridad de su pronunciam­iento y al contexto, tras el insulto de su marido, una fuente oficial –anónima– de la Casa Blanca sostuvo ayer que la primera dama “no toma ninguna posición” en el conflicto verbal entre el presidente y el deportista.

La matización no hizo más que resaltar el escozor por el aguijonazo de Melania.

El presidente no la mentó en sus tuits, en los que este domingo atacó con ferocidad a los medios de comunicaci­ón –“hago un gran servicio a la nación”–, cuando se estrecha el cerco del Rusiagate. Su exjefe de campaña Paul Manafort está siendo juzgado. Su exabogado Michael Cohen le grabó negociando pagar por el silencio de una chica Playboy, y el fiscal especial Robert Mueller pretende interrogar­le por la injerencia rusa. Si se niega, lo pedirá a los tribunales, lo que garantiza, según uno de los letrados de Trump, “una batalla legal”.

Hay otra guerra de Trump contra Trump, y esa es la que disputa contra sí mismo. En el arrebato de ayer, el presidente se delató.

“Noticias falsas informan, en una ficción total, que estoy preocupado por la reunión que mi maravillos­o hijo tuvo en la torre Trump. Esa reunión se celebró para lograr informació­n de una oponente, algo legal y hecho siempre en política, y no fue a ninguna parte”. Obvió señalar que Don jr. se encontró con emisarios del Kremlin y que, al descubrirs­e, el presidente explicó que sólo discutiero­n de adopciones.

La noche del sábado celebró un mitin en Ohio, pero de LeBron ni hablar, por si acaso.

El presidente reconoce que la reunión de la torre Trump con los rusos fue para lograr material de “una rival”

La Casa Blanca trata de desactivar la crítica de Melania a su marido al elogiar a LeBron James

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MANDEL NGAN / AFP El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, participó la noche del sábado en un mitin en Ohio

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