Los chicos de los 400 millones
Riqui Puig llama a la puerta de Valverde en una gira donde también Miranda y Abel Ruiz se han presentado
El primer día que le llamaron para entrenar con el primer equipo fue el 10 de octubre del 2017. Aquel día Messi estaba en Quito, donde hizo un hat trick para meter a Argentina en el Mundial de Rusia. El diez sí que estuvo presente el pasado 2 de abril, cuando Ernesto Valverde volvió a contar con el joven talento de Matadepera. Al verlo jugar en el entrenamiento se le escapó: “Por fin suben bajitos”. Riqui Puig, que el lunes cumplirá 19 años, llega bendecido.
Y no sólo por Messi. Es uno de los tres chicos de los 400 millones, junto a Juan Miranda y Abel Ruiz. Tras acabar la etapa juvenil, las tres promesas empezarán en el filial.
Señalado como esencia del fútbol de la Masia desde antes de que se proclamase campeón de la Youth League a finales de abril, Puig, que no ha dudado en enfundarse durante la gira el 8 de Andrés Iniesta, ha llamado a la puerta para su debut oficial en la gira por la Costa Oeste. Y eso que el Barça no ha ganado ninguno de los tres partidos –un empate y dos derrotas, la última ayer contra el Milan (1-0)–. Aun así, el canterano ha entusiasmado a Valverde en los 154 minutos que ha disputado, que lo ha pasado al rondo de los mayores, y hasta ha conquistado al entrenador rival, Gennaro Gattuso.
“Riqui es un espectáculo. Me maravilla ver que chicos que tienen todavía cara de niño tratan así el balón. Es poesía. Les veo que sienten el fútbol dentro. Siento un poco de envidia”, dijo el italiano, escudero en su día de Pirlo.
La mente se traslada inevitablemente a otro amistoso del Barça contra un equipo italiano en pretemporada. Exactamente al Trofeo Gamper del 2005. “Nunca había visto a un jugador con tanta calidad como él a esta edad jugando con esta personalidad con una camiseta tan importante. Me encantó. Tiene un futuro extraordinario, es un diavolo que puede hacer lo que quiera con el balón en los pies”, anticipó Fabio Capello, entonces al frente del Juventus. “A los 25 minutos de partido me acerqué a Rijkaard y le pedí la cesión”, reveló. Hablaba de Messi, que tenía 18 añitos y ya nunca se movió del Barça.
Pero es que Gattuso no fue el único admirador de Puig. Daniele Massaro le buscó tras el partido para pedirle la camiseta. “Juega con personalidad, siempre con la cabeza alta. Podemos estar ante el nuevo Iniesta”, comparó el exdelantero.
El canterano, que no había nacido en 1994, sabía perfectamente quien le estaba elogiando. “Mi padre me ha explicado que nos hizo dos goles en la final de Atenas”, admitió, haciendo gala de un barcelonismo de cuna. De hecho, Puig ya estuvo de espectador en la final de París en el 2006.
El Barça sigue fichando centrocampistas, pero el talento que hay en casa es enorme. Su fútbol maduro lleva la contraria a su rostro aniñado. Pese a los cantos de sirena, el 11 de junio Puig renovó por tres temporadas con opción a dos más. Por si acaso, el club le ha puesto 100 millones de cláusula de rescisión.
Sólo Juan Miranda ha jugado más que Puig en la gira entre los futbolistas
“Es un espectáculo; me maravilla que chicos con cara de niño traten así el balón”, dice Gattuso
del filial. El lateral zurdo ha sido incluso titular en dos partidos (180 minutos) y ahora podría aprovechar la marcha de Digne al Everton para subir al primer equipo como alternativa de Alba. Nacido en el 2000 y formado en el Betis, llegó en 2016, y el año pasado ya jugó 7 partidos en Segunda. Tanto se confía en él que tiene una cláusula de 200 millones, la más alta de la cantera.
También Abel Ruiz ha participado en los tres partidos. El delantero, subcampeón del mundo sub-17 con España como Miranda, marcó uno de los tres tantos al Chelsea en la final de la Youth League. Pero lo cierto es que el valenciano, en el Barça desde el 2012, ya es un habitual con el B (28 partidos y 3 goles). “Vine de pequeño con la ilusión de jugar en el Camp Nou y aún la mantengo”, dijo en su renovación con un precio de 100 millones. Un sueño que comparten los tres chicos de oro.