Dos testigos protegidos implican a Driss Oukabir en los preparativos
Un testigo protegido que declaró ayer en la Audiencia Nacional situó a Driss Oukabir, presunto miembro del comando Ripoll en prisión y que siempre ha negado su participación en los atentados, en la casa de Alcanar en la que se prepararon los explosivos para los ataques. Un segundo testigo ratificó lo que ya dijo en su momento, que le llamó la atención el liderazgo de Oubakir cuando le vio reunido en una cafetería de Tona junto a Younes Younes Abouyaaqoub, autor de la masacre de la Rambla.
Ambos testigos prestaron declaración ante el juez Fernando Andreu, que dirige la investigación de los atentados que causaron 16 muertos y más de un centenar de heridos. El primero de los testimonios es el de un vecino de Alcanar que identificó a Driss Oukabir y a Younes Abouyaaqoub –abatido por una patrulla de los Mossos en Subirats cuatro días después de los ataques– y aseguró que los vio juntos en el chalet de Alcanar. No dudó además en el reconocimiento.
Los abogados de las víctimas precisaron que el testigo de Alcanar reconoció a ambos fotográficamente y que llegó a saludar en alguna ocasión en las inmediaciones del chalet a Oukabir, a quien también vio durmiendo en alguna ocasión en el jardín del inmueble. Los letrados subrayaron la relevancia de la declaración, dado que desmonta la versión que Oukabir dio a los Mossos, en la que negó haber pisado el chalet y negó cualquier relación con los atentados. La Vanguardia ya adelantó hace unas semanas que los Mossos tenían documentada la participación de Driss Oukabir en la preparación de los atentados, pero que se echó atrás en el último momento y no participó.
En la casa de Alcanar los terroristas preparaban una gran masacre con más de 100 kilos de explosivos, la mayor cantidad preparada por las células yihadistas desarticuladas hasta ahora en Europa.
Driss Oukabir también fue identificado por un segundo testigo protegido, un camarero de un bar de la ciudad de Tona donde el presunto integrante de la célula y Abouyaaqoub tuvieron un encuentro la víspera de los atentados. Aunque hablaban en árabe y no entendió la conversación, el testigo relató que, por los gestos, Oukabir ejercía el liderazgo e intentaba convencer de algo al autor del atropello de la Rambla. Los dos estaban alterados y nerviosos, pendientes en todo momento del exterior. Ese día, ambos se dirigían a Ripoll tras haber alquilado la furgoneta con la que horas después Abouyaaquob cometería el atentado en la Rambla.