El show de Hortelano
El velocista falla en su reto de batir sus marcas de 100 y 200 m
Se hace difícil creer que números como el que ayer montó Bruno Hortelano y la Federación Madrileña de Atletismo en el estadio Juan de la Cierva de Getafe puedan impulsar este deporte. El velocista consiguió que le montasen un pequeño certamen a medida para alargar artificialmente la temporada y aprovechar su buen momento de forma para tratar de batir sus marcas de 100 m (10s06) y 200 m (20s04), que a su vez son récord de España. En definitiva, romper las barreras de los 10s y los 20s, respectivamente. No lo consiguió. Con un viento ligeramente en contra (-1,1 m/s en el 100 m en la primera medición, 0,0 m/s después) y sin referencias en ambas carreras, el Desafío Hortelano acabó con cronos de 10s31 y 20s56.
Hasta aquí, el intento loable de un atleta por superarse en el mismo escenario donde hace poco más de un mes conseguía la plusmarca española de 200 m en el marco del Campeonato de España. Más aún: su valentía por hacer también una tentativa sobre su marca en la distancia reina, una prueba que no disputaba desde hacía más de dos años, asumiendo una gran exposición mediática.
Más allá de todo ello, el festival que le montó su representante Alberto Armas, con el apoyo de una Federación Madrileña que justificó el pequeño certamen a medida como un obligado apoyo que las instituciones deben ofrecer a los atletas. Para que los récords fueran homologables se organizó un control abierto a todos los atletas federados, independientemente de su categoría. Eso hizo que en las pruebas de 100 m y 200 m participasen principalmente atletas veteranos que ultiman su preparación para el Mundial Master que se celebrará en Málaga la semana que viene. Además de algún atleta paralímpico. En las tres finales de 100 m que se disputaron apenas había tres hombres por debajo de 12s, incluyendo el propio Hortelano. Sin crono en la pista, el público tuvo que esperar paciente a que a través de megafonía
El control se disputó sin crono en pista, cambio de horarios y mezcla de veteranos y absolutos
se señalase si Bruno había conseguido o no su objetivo. Fue que no.
Entre los 100 m y los 200 m, separados en principio por dos horas de descanso, la organización celebró un concurso de salto de longitud, ya que el reglamento señala también a que los récords sólo pueden ser homologables si se consiguen en certámenes con al menos tres pruebas distintas en las que participen un mínimo de tres atletas. El nivel y la participación fue similar al de los 100 m, aunque esta vez sin aliciente alguno.
Hasta que llegaron los 200 m. La expectación que despertó esta peculiar despedida de la temporada de Hortelano hizo que más de dos millares de personas se congregasen en el estadio de Getafe. Y el interés de TVE por emitir en directo el intento sobre los 200 m hizo que a última hora se cambiase la hora anunciada. De las 21 h. a las 21.47 h. para que el Telediario se hiciese eco en directo de la prueba.
Pero al final los horarios tampoco cuadraron y la conexión se acabó convirtiendo en una entrevista sobre la pista a un Hortelano que quitaba hierro a la intentona frustrada: “Mi propósito de venir aquí no era buscar ningún récord, sino terminar una temporada especial para mí –dijo el velocista–. Ha valido la pena por la gente que ha venido”.