Triturado un Banksy tras su millonaria venta
Al poco de ser subastada, una obra del grafitero queda hecha trizas por una trituradora instalada en su marco
Banksy debe ser aficionado a esas viejas películas de espionaje de los años sesenta y setenta, de la era pretecnológica, en las que los mensajes de los agentes secretos se autodestruían y desaparecían en medio de una nube de humo. Porque ha hecho lo mismo con una de sus obras más populares, en un gran golpe escénico en la galería Sotheby’s de Londres, justo después de que se hubiera vendido por 1,1 millones de euros.
En presencia de los directivos de la casa de subastas, la prensa, invitados y participantes en la puja, el lienzo Girl with balloon (Niña con globo) pasó por una trituradora instalada en la parte inferior del marco, y quedó hecho trizas. A los pocos minutos, el propio Banksy escribió en su cuenta de Instagram: Going, going, gone... (A la una, a las dos, vendido). Dada su brillantez a la hora de darse publicidad a sí mismo, una de las teorías es que actuó en connivencia con los organizadores de la venta, y que él mismo habría hecho la oferta millonaria.
La obra de Banksy, una de las más conocidas suyas, muestra a una niña que intenta alcanzar un globo en forma de corazón y fue la última en salir a subasta, sin que nadie se sorprendiera cuando un comprador anónimo ofreció 1,1 millón de euros por ella, ya que otras se han cotizado anteriormente dentro de esos mismos parámetros. Por ejemplo, un mural titulado Slave Labour que pintó en su día en el barrio londinense de Wood Green como denuncia al trabajo infantil y la explotación de los niños, y que llevó a los dueños del edificio a arrancar la pared para venderla al mejor postor.
La desaparición misteriosa de ejemplos del street art de Banksy se ha convertido en un fenómeno recurrente, y lo propio ocurrió con el mural titulado Spy Both que el artista y activista social pintó en la fachada de un edificio georgiano de la localidad de Cheltenham, cerca de donde los servicios de inteligencia electrónica británicos tienen su central, para satirizar la vigilancia a la ciudadanía por las autoridades.
El misterio sobre la identidad de Banksy ha estimulado el mito. Y aunque periodistas,marchantes, agentes y personas del mundo del arte saben quién es, el secreto nunca ha sido publicado. Lo único que consta es que se trata de un hombre blanco que creció en la ciudad de Bristol, que condena la comercialización de sus obras, y que tiene una considerable conciencia social, habiéndose pronunciado contra el trato a los prisioneros en Guantánamo y dado dinero a los refugiados de Calais. En junio de este año, reapareció en las calles de París con ocho pinturas.
En el año 2014 la propia galería Sotheby’s organizó la primera retrospectiva no autorizada de Banksy, con la colaboración de Steve Lazaridis, un fotógrafo que documentó las primeras incursiones nocturnas del grafitero en Bristol y se convirtió en su agente de facto (posteriormente rompieron). Entre las obras que se exhibieron figuraban un Winston Churchill con una cresta punk, dos bobbies besándose apasionadamente y la reina de Inglaterra transmutada en un mono.
Un comprador anónimo acababa de pujar 1,1 millones de euros por “Niña con globo” en Sotheby’s