Europa no es el paraíso
España quiere que Marruecos convenza a sus jóvenes de que hay sueños irreales
La patera no es la solución, porque Europa no es ningún paraíso”. Es la tesis defendida por el Gobierno Español en Rabat, un mensaje dirigido directamente a los miles de jóvenes y adolescentes marroquíes que quieren llegar al Viejo Continente. La secretaria de Estado de Migración, Consuelo Rumí, estuvo 48 horas en Rabat para lanzar una petición al Gobierno marroquí: “Desmonten de forma contundente la mentira del sueño europeo. Es un sueño que no existe”. Rumí se reunió con los ministros de Empleo, el ministro delegado de Emigración y la titular de Asuntos Sociales.
La muerte a tiros de Hayat Belkacem, una joven de veinte años alcanzada por los disparos de la Marina marroquí cuando viajaba en una embarcación rumbo a las costas españolas, ha actuado como catalizador de los deseos de una parte muy importante de la juventud marroquí. Lejos de intimidar, anima aún más a conseguir sus anhelos. Sienten que tienen un deber con la joven, del estilo lo haremos por ti, lo haremos en tu nombre.
Un nuevo quebradero de cabeza para Marruecos…y para España. Silenciado el problema de manera oficial durante años, ahora las redes sociales se inundan de jóvenes que se animan unos a otros a abandonar el país. Las imágenes de los jóvenes harragas, emigrantes en el árabe dialectal marroquí, se multiplican también en unos medios de comunicación, hasta ahora amordazados. Se hacen reportajes periodísticos donde antes sólo habitaba el silencio.
Hasta el portavoz del Gobierno se ha visto obligado a dar cifras y números ante la insistencia de los medios de comunicación. La venda ha caído definitivamente. Otmar El Khalfi admite que el problema se ha incrementado con respecto al año pasado. Las fuerzas de seguridad han evitado por la fuerza que cerca de 7.500 jóvenes marroquíes se lanzaran al mar.
Un conflicto político interno de Marruecos ha venido a añadir más gasolina al fuego. Consuelo Rumí reconoce que la mayor parte de los llegados este año son jóvenes rifeños que huyen de la represión tras la revuelta popular del 2016, y solicitan asilo político. “En las últimas semanas hemos recibido solicitudes de asilo por parte de marroquíes. Esto nos preocupa mucho porque
La llegada de inmigrantes en lo que va de año ya supera el récord del 2006, con la crisis de los cayucos
Marruecos no es un país a cuyos habitantes se concede asilo o refugio”.
El Gobierno descarta con toda contundencia los rumores, recurrentes en Marruecos y lanzados siempre por quienes se lucran con el tráfico de personas, de que España va a proceder a una inminente regularización masiva de inmigrantes. “Quienes lleguen sin documentación van a ser devueltos a Marruecos. No habrá ningún nuevo proceso de regularización”, insistió Rumí.
Rabat ha ido aumentado la cantidad económica que exige a la UE para mejorar su eficacia en la lucha contra la inmigración irregular. En la reunión de Pedro Sánchez con Angela Merkel, en Doñana a mediados de julio, se aseguró que la UE contribuiría con 130 millones de euros para que Marruecos mejore sus medios humanos y técnicos en el control de la inmigración.
Hasta ese anuncio, las autoridades marroquíes consideraban ridícula la ayuda europea, comparada con las ingentes cantidades otorgadas a Turquía o Libia. Mohamed VI expresó su malestar con la UE el 30 de julio cuando recibió en Tánger al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y al exministro Miguel Ángel Moratinos, que le pidieron un mayor esfuerzo.
Rumí declaró durante su visita a Marruecos del pasado martes que el Gobierno español quiere “ser la voz de Marruecos en la UE”, para lograr que esta organización europea colabore “financiera y materialmente” con los países que soportan una mayor presión migratoria, señal de que la promesa de los 130 millones anunciada por Merkel y Sánchez está muy lejos de convertirse en real, al menos de momento.
La inmigración irregular en España ha batido este año todos los registros, tal y como se sospechaba que sucedería desde que comenzó enero. Cuando faltan casi tres meses completos para terminar el año, son 41.594 los inmigrantes que han llegado hasta el 30 de septiembre, 414 más que los acogidos en todo el 2006 (41.180), el peor año, el de la crisis de los cayucos.
Hace doce años desembarcaron 31.678 subsaharianos y mauritanos, sólo en Canarias, pero ahora la llegada se concentra en el Mediterráneo andaluz. De los 36.674 inmigrantes que han arribado por mar en el 2018, el 94,25% lo hicieron en las costas de Andalucía y el resto en las de Canarias, Ceuta, Melilla, Murcia, Baleares y Alicante. La inmigración por vía marítima se ha incrementado un 197% con relación con el año pasado. El Ministerio del Interior prevé que a finales de año habrán llegado más de cincuenta mil. Un récord absoluto.