Un grito contra el racismo y la censura
El músico Fermín Muguruza estrena en las salas comerciales la película de animación ‘Black is Beltza’
Fermín Muguruza es un tipo decidido, curtido en numerosas batallas artísticas de amplio espectro, la última el largometraje de animación Black is Beltza, presentado en el Festival de Cine de San Sebastián y desde este fin de semana en las salas comerciales. Un proyecto que el referencial y combativo músico vasco (forjador, por ejemplo, de bandas memorables como Kortatu o Negu Gorriak) ha estado forjando desde hace ya un buen número de años y en donde confluyen no solo cinematografía sino también cómic, música, exposiciones...
El origen se sitúa en el 2001 “cuando un día veo en un periódico una fotografía e la que aparecen los gigantes de San Fermín desfilando por Nueva York y en el pie de foto explican que los dos gigantes negros no lo han podido hacer por la prohibición de las autoridades por razones de discriminación racial. Me guardo la foto pero ya veo allí el tema, es decir, una alegato contra el racismo, y contra la censura”, cuenta Muguruza. Y la época histórica es “de las que siempre me han apasionado”: Panteras Negras, Malcolm X, la guerra fría, Cuba, los movimientos de liberación...
Aunque ya desde el principio concibió que aquello tenía que plasmarse en una película de animación, “también vi que de momento era irrealizable”. Así que sobre un guión original escrito a cuatro manos junto a Harkaitz Cano y con varios retrasos por razones de agenda, Black is Beltza adquiere forma de cómic. “A mi siempre me ha fascinado el cómic, me gusta mucho el anime japonés. Finalmente me pongo en contacto con el ilustrador argentino Jorge Alderete y acaba sumándose al proyecto del cómic”. Y cuando éste prácticamente estaba acabado, Muguruza recibió una llamada del centro artístico la Alhóndiga de Bilbao ofreciéndole la posibilidad de estrenar un nuevo espacio con lo que estuviera haciendo. “Fue pura casualidad; les comenté que estaba preparando una auténtica bomba de relojería, y que para prepararla tenía muchísima documentación, recortes de periódico, documentales, posters”. Y allí se expuso, y al cabo de un tiempo el Arts Santa Mònica mostró su interés y hace dos años desembarcó en la Rambla.
Aprovechando su estancia en Barcelona, y aliándose con Raül
Ambientada en los convulsos sesenta, la película “tiene algo de Corto Maltés vasco” dice el músico
Fernández Refree (con el que había colaborado no hacía mucho en el proyecto a tres bandas con Albert Pla), se encerraron durante unos meses en Fabra i Coats y dieron forma a una banda sonora, con música incidental, algunos clásicos de la música negra estadounidense de los 60 y piezas no editadas de Manu Chao, del propio Refree, Maika Makovski... En este mismo paquete de colaboraciones de renombre, y que también es uo de sus atractivos, en el listado de los que ponen voces a los diferentes personajes de la película destacan los de Unax Ugalde, Willy Toledo, Rossy de Palma, Sergi López, Jorge Perugorría o Maria de Medeiros. Y acaba el músico/realizador: “el primer objetivo es que la gente que vaya se lo pase bien. Es una película en donde hay referencias de Tarantino, de Jason Bourne, del Corto Maltés. De hecho, el protagonista Manex Unanue tiene algo de Corto Maltés vasco, porque no solo es testigo de su época sino que interviene en ella”.