Marcelino, el origen
Su padre talaba árboles en una aldea de 100 habitantes y él estaba interno cuando el Sporting lo descubrió
Hoy en día una manada de padres y de representantes acuden a los partidos de categorías inferiores. No pierden ripio de lo que sucede, toman nota de todo y cualquier perla posible rápidamente es captada pensando en el futuro. A Marcelino García Toral (53 años) no le ocurrió nada de eso. El actual técnico del Valencia tuvo unos orígenes alejados del balompié. En su casa no se hablaba de fútbol, sino que lo que mandaba en la conversación eran los camiones. Los vehículos con los que su padre, que talaba árboles, transportaba los eucaliptos a papeleras del País Vasco. Marcelino se crió en Careñes, una aldea de 100 habitantes del concejo asturiano de Villaviciosa. Pero cuando descubrió la pelota, a los 6 años, los camiones quedaron muy aparcados. Sin embargo, aún tardaría en ser descubierto para el fútbol.
Nunca estuvo federado hasta que un técnico del Sporting lo vio jugar mientras se encontraba interno en un colegio. Ya tenía 13 años. Fue quemando etapas en la escuela del conjunto gijonés, donde, cómo no, su ídolo era Quini, hasta debutar en Primera con el equipo de su tierra. No fue un jugador sobresaliente pero su carrera pudo ser más longeva si una lesión de rodilla no hubiera precipitado su retirada, cuando militaba en el Elche. Y es que, después de Asturias, la Comunidad Valenciana es la segunda casa de Marcelino, que jugó, además de en el club ilicitano, en el Levante, y que ha dirigido al Villarreal y al Valencia.
Siempre trabajando con carácter recio y con modestia. Paso a paso, sin que nadie le regalara nada. Por eso intenta disfrutar de la élite, como el martes, cuando se sintió orgullosísimo de pisar Old Trafford, de estar en la Champions por primera vez, de subir otro escalón en su carrera. Una trayectoria que se puede decir que empezó cuando aún jugaba. Porque en sus últimos tiempos en el Elche devoraba cintas
EL PRIMER REFERENTE Cuando aún jugaba en el Elche, el técnico asturiano devoraba cintas de VHS del Milan de Sacchi
de vídeo en formato VHS del Milan de Arrigo Sacchi. Como a tantos aspirantes a técnico el innovador entrenador italiano le cautivó. Él y Rafa Benítez fueron sus principales referentes, aunque luego ha ido sumando elementos de aquí y de allá de una manera ecléctica. Así le encantó el Nápoles de Maurizio Sarri, le gusta mucho el estilo Klopp y le seduce también la estructura del Atlético de Diego Simeone. ¿Y el Barça? Alguna vez llegó a decir que le aburría tanto toque pero más que nada es porque nunca ha dispuesto de un arsenal de jugadores adecuados para construir un fútbol de ese tipo. Para él, el fútbol son emociones y las emociones se producen cuando se generan ocasiones de gol. Tener el balón por tenerlo nunca fue su máximo axioma.
Eso sí, el Barcelona está muy presente en su trayectoria en los banquillos. Se ha enfrentado a 36 equipos en Primera y a todos les ha vencido menos al Barça. Acumula 14 derrotas y sólo ha podido arañar 4 empates ante los blaugrana. El Madrid, el Atlético, el Valencia, el Sevilla... Marcelino ha podido con ellos, pero no con su rival de esta noche.
“Ya tengo muchas ganas de ganarles”, reconoció esta semana en una cena con las peñas valencianistas. “Debemos estar muy acertados y que ellos no estén a su máximo nivel. Creo que el Barcelona no ha tenido un nivel colectivo y de continuidad en los últimos partidos de Liga y nosotros estamos mejorando pero espero al Barça del día del Tottenham”, declaró ayer. Por motivación de sus hombres no será. “De hecho me preocupa que sea excesiva”, concluyó. Los excesos no van con él.
ASIGNATURA PENDIENTE En 18 enfrentamientos con el Barça nunca ha podido cantar victoria: 14 derrotas y 4 empates