El príncipe Jorge de Cambridge recibe clases de ballet en su escuela
El hijo mayor del príncipe Guillermo es un apasionado del ballet y recibe clases en su escuela
La princesa Diana de Gales sería hoy una abuela orgullosa. Tendría tres nietos, Jorge, Carlota y Luis, de su hijo Guillermo, y acabaría de enterarse que en primavera llegaría el cuarto, el primero de su hijo Enrique. Y entre las alegrías que le darían todos ellos, quizás sonreiría especialmente al saber que el mayor, el príncipe Jorge, de cinco años, ha heredado su pasión por el baile, concretamente por el ballet. El primogénito de los duques de Cambridge recibe clases de ballet en su escuela, la Thomas’s Battersea, situada a unos seis kilómetros del palacio de Kensington, donde vive con su familia. El pequeño y sus compa-
ñeros tienen una profesora de ballet y un pianista que pone música en directo a las lecciones de 35 minutos.
La pasión del niño por el baile la ha desvelado su padre, el príncipe Guillermo, durante una recepción que los duques de Cambridge dieron en el palacio de Kensington a un grupo de jóvenes talentos. “Jorge recibe clases de ballet y le encanta”, dijo el heredero al trono a dos bailarines. Acto seguido, añadió: “Mi madre siempre solía bailar, le encantaba hacerlo”. El duque de Cambridge alentó a los adolescentes a seguir su pasión, independientemente de lo que diga la gente, al igual que su difunta madre.
En el recuerdo de todos está el baile que la princesa Diana se marcó junto a John Travolta en el año 1985 en la Casa Blanca, durante la cena de gala que el presidente Reagan ofreció a los príncipes de Gales. Son muchas las veces que Travolta ha recordado ese episodio de su vida. “No esperaba bailar con la princesa Diana. La esposa del presidente, Nancy Reagan, me dijo que era ‘su deseo’. A medianoche, le di un golpecito en el hombro y le dije: ‘¿Te gustaría bailar?’. Se giró e inclinó la cabeza al estilo lady Di y bailamos durante 15 minutos”, declaró el actor. El pasado verano, el protagonista de Grease aseguró que ese fue uno de los momentos más memorables de su vida.
Diana protagonizó otro baile más polémico. También en 1985. Fue cuando se saltó los protocolos y abandonó a su marido, el príncipe Carlos, en la butaca del palco principal del Royal Opera House. La princesa apareció en el escenario junto al bailarín Wayne Sleep, con el que interpretó la canción
Uptown girl de Billy Joel llevando un vestido lencero blanco. “Ella está cansada de sus juguetes de la clase alta y de todos los regalos de sus chicos de la zona pija”, dice la traducción de la canción. El número enojó a la realeza.