Alarma por la proliferación de armas blancas en Ciutat Vella
Guardia Urbana y Mossos intensifican los cacheos para retirar objetos peligrosos de circulación
Desde la pasada primavera, sólo en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, se ha contabilizado alrededor de una veintena de agresiones con arma blanca y objetos peligrosos como una botella rota o una varilla utilizada con la intención de atravesar un pulmón. Y sólo en los dos últimos meses el número de apuñalamientos con arma blanca asciende a ocho, una cifra altísima para una ciudad acostumbrada al hurto, al tirón y al robo al descuido sin violencia como el principal delito que se podía sufrir en sus calles. Ante esta escalada, tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra tienen como prioridades en el distrito retirar de la circulación el máximo número de armas blancas. Los cacheos van a multiplicarse.
Los responsables policiales de Barcelona y los mandos más penque dientes de las zonas más conflictivas, como son los intendentes de Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra de Ciutat Vella, llevan todo el verano y lo que va de otoño señalando la ausencia de armas de fuego. Y lo cierto, a día de hoy, es que en las numerosas operaciones que se han realizado en los narcopisos no se han encontrado pistolas ni revólveres, pero sí, en cambio, abundantes armas blancas. Cuchillos, navajas, machetes y hasta catanas que se utilizan en las cada vez más numerosas reyertas que se producen entre bandas criminales rivales con las calles del Raval, la Ribera o la Barceloneta como escenarios.
Por parte de los mandos de la Guardia Urbana se advierte que no hay un uso “indiscriminado” de las armas blancas. Es decir, que a día de hoy, estas se utilizan fundamentalmente, y así lo documentan los incidentes investigados, en reyertas entre bandas rivales. Eso permite centralizar muy bien la actuación de las agentes. Por ejemplo, la policía municipal, lleva a cabo desde este verano un plan que se desarrolla en los puntos más conflictivos de Ciutat Vella en las busca retirar de la circulación cualquier arma blanca u objeto peligroso, así como las drogas.
Ahora mismo los principales colectivos portadores de estas armas blancas son los dominicanos que tutelan los narcopisos más activos y peligrosos de del distrito y los menores desamparados que, tras un paso por los centros de acogida, optan por la calle como su escenario de vida y de supervivencia a partir de los pequeños delitos. Ambos colectivos van armados y contra ellos se dirigen los dispositivos de la Guardia Urbana y los recientemente estrenados de los Mossos d’Esquadra, bautizados con el nombre de Ubic.
Los Mossos d’Esquadra de Ciutat Vella cuentan desde hace unas semanas con el refuerzo de unidades de orden público del Arro y los tríos motorizados de las Guilla para identificar y cachear a cualquier sospechoso de portar arma blanca o drogas.
El Ayuntamiento de Barcelona ha querido dar un paso más. En la última Junta de Seguridad de Barcelona, el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, planteó a la jueza decana de Barcelona, Mercè Caso, si era posible modificar la tipificación de lesiones por una de tentativa de homicidio en las peleas en las que el agresor utiliza un arma blanca. La magistrada ya advirtió de su escepticismo antes la propuesta. Ayer, el propio Recasens, en una entrevista en Betevé, solicitó al Ministerio del Interior que regule la venta de armas blancas y que su comercialización tenga mucho más control que el actual, ya que este tipo de objetos se puede adquirir desde en un bazar chino hasta en una gasolinera.
Desde primavera se ha documentado una veintena de incidentes de estas características El Ayuntamiento de Barcelona pide al Gobierno dificultar el acceso a las navajas