El pozo de la residencia consular, en la diana
Los investigadores turcos centran su busca del cadáver de Jamal Khashoggi en el jardín y el pozo de la residencia del cónsul saudí en Estambul. Aunque Riad se negaba en un principio a autorizar el registro de esta parte de su legación –aduciendo en un principio que la presencia de bomberos no les había sido comunicada–, al final del día dio luz verde. La residencia consular se encuentra a 200 metros del consulado saudí –y a 50 metros del consulado de Emiratos. Al tratarse de un pozo de 25 metros de profundidad con presumible presencia de gas metano, será un equipo de bomberos el encargado de realizar una primera inspección, posiblemente hoy mismo. Erdogan, en su intervención de ayer sobre el caso Khashoggi en el Parlamento, tuvo palabras de censura al obstruccionismo del cónsul saudí e insinuó que logró su destitución tras llamar al rey Salman. Aunque la mansión está en el límite de un barrio elegante, su jardín trasero da a una hilera de bloques modestos, cuyos vecinos observaron una inusual barbacoa en el recinto el día de los hechos, quizás para destruir pruebas. Asimismo, tras examinar 2.000 horas de grabaciones de cámaras de tráfico, ayer se difundieron imágenes del coche diplomático que el día antes del asesinato merodeó por el bosque de Belgrado, tal vez en busca de un escondite. /