Torra cita a los partidos para abrir una mesa de diálogo en Catalunya
El president convoca una cumbre el 16 de noviembre a la que Arrimadas duda si asistir
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha decidido convocar una cumbre de partidos para poner en marcha una “mesa permanente de diálogo” en Catalunya. La idea es que el encuentro se lleve a cabo el 16 de noviembre en el Palau de la Generalitat y se convierta en la primera reunión, o en la reunión constitutiva, de un “espacio de interlocución estable” entre la presidencia de la Generalitat y los grupos presentes en el Parlament con voluntad de permanencia en el tiempo.
La propuesta de crear un “espacio de diálogo para facilitar acuerdos sobre todos los grandes temas de país”, que avance cuando menos en paralelo al diálogo entre los gobiernos catalán y español, fue aprobada por el pleno del Parlament del 5 de julio a partir de una moción impulsada por el PSC y pactada con JxCat y ERC, que recibió también el respaldo de Catalunya en Comú, y fue refrendada el pasado día 11 a través de una resolución en el mismo sentido. Y la concreción de todos estos acuerdos la anunció ayer el jefe del Govern en la sesión de control en el Parlament, a instancias del promotor de la iniciativa, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que se interesó por el cumplimiento del mandato validado hasta dos veces por el Parlament.
“Este diálogo es tan importante para nosotros como para ustedes”, defendió Torra después de anunciar la fecha del 16 de noviembre para empezar a ponerlo en práctica, “pero tiene que ser un diálogo serio, honesto y profundo sobre lo que este país necesita”, precisó. “Por tanto, estamos dispuestos a hacer todos los pasos posibles, y será muy interesante ver si, efectivamente, esta mesa que convocamos nos puede servir también para profundizar en el diálogo que estamos pidiendo” en relación al Gobierno español, remachó el presidente de la Generalitat, que, una vez oficialice la con- vocatoria de la cumbre, quedará a la espera de la respuesta que den sus interlocutores a la invitación.
La principal incógnita sobre si asistirá o no a la reunión volverá a ser la de la líder de Cs, Inés Arrimadas, que ya rechazó participar en la ronda de contactos que realizó Torra después de acceder al cargo y que ahora todavía no tiene decidido qué hará. En todo caso, su primera reacción más bien da a entender que la iniciativa no le gusta y por esto plantea una contrapropuesta en el sentido de que el presidente de la Generalitat, en lugar de una cumbre, convoque un pleno en el Parlament. “Convoquen un pleno monográfico en el Parlament para hablar del futuro de Catalunya que pueda seguirse por todos los catalanes con transparencia y donde Torra acepte debatir con cada uno de los presidentes de grupo individualmente”, escribió en su cuenta de Twitter poco después del anuncio del jefe del Govern. “Ya basta de rupturismo y de ningunear al Parlament”, lamentó. Y, en el polo contrario, tampoco está claro que la CUP participe en el encuentro, por razones diametralmente opuestas en su caso, una vez ha llegado a la conclusión de que dejará de respaldar iniciativas que considera autonomistas.
Lo que el conjunto de la oposición –Cs, PSC y PP– no ve claro es que el Govern dé, a su entender, prioridad a organismos que no forman parte del entramado institucional propio de Catalunya, en referencia al consejo por la república que se presenta el próximo martes en el Palau de la Generalitat y al Consell Assessor per a l’Impuls del Fòrum Cívic i Social per al Debat Constituent creado el martes de esta semana. “Ya no son procesistas, son chiringuitistas”, espetó Arrimadas en alusión al “chiringuito con el amigo de Torra, Lluís Llach, puesto a dedo”, mientras Iceta le advertía que “crear instituciones que no tienen encaje en nuestras leyes tiene algunos riesgos, entre otras cosas erosionar el papel de las instituciones que sí que están reconocidas en nuestro marco legal”. Una posición que, con otras palabras, defendió también desde el PP Xavier García Albiol, que, tras calificar a Carles Puigdemont de “mayoral de Torra”, censuró que el consejo por la república “pretenda suplantar” las funciones del Govern y consideró que “crear ór- ganos paralelos de representación a las instituciones legítimas sólo cabe en la cabeza de aquellos que tienen una visión absolutamente distorsionada de lo que significa la palabra democracia” y “es la materialización de un delirio que los lleva a tener una percepción absolutamente alterada de la realidad y de lo que está ocurriendo en Catalunya”.
E incluso Catalunya en Comú se desmarcó de este tipo de iniciativas del Govern. “Espero que sean capaces de abandonar la retórica vacía por un momento y la constitución del enésimo consejo y vengan al Parlament a hacer políticas efectivas”, invitó Jessica Albiach al presidente de la Generalitat, en referencia explícita los presupuestos para el 2019 que los comunes han dejado claro, y ayer volvieron a hacerlo, que están abiertos a negociar.
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