El Parlamento europeo propone prohibir los plásticos de usar y tirar
El Europarlamento ha acordado proponer la prohibición de los plásticos de usar y tirar . La nueva directiva europea busca desterrar los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas, los agitadores de bebidas y los palitos de globos de plástico. En el último momento, se ha incluido la prohibición de los productos oxo-degradables (precisamente, por no serlo en realidad) y algunos envases y vasos de poliestireno. La propuesta, aprobada con 571 votos a favor, 53 en contra y 34 abstenciones, establece que ciertos productos de plástico de un solo uso para los que hay alternativas disponibles deben desaparecer del mercado para el 2021.
La legislación europea estrecha el cerco sobre los plásticos de un solo uso, acusados de no ser reciclables y de contaminar los océanos. Sólo 10 de ellos suponen el 43% del total de residuos marinos. Se propugna prohibir la entrada en el mercado de plásticos de un solo uso cuando existan alternativas. A la vez, se quiere incentivar las soluciones limpias y seguras, para que las empresas europeas sean líderes tecnológicas frente a sus competidores y se fomente la innovación y la economía baja en residuos.
El acuerdo obliga a los gobiernos a adoptar medidas para reducir el 25% el consumo de envases de alimentos (envoltorios para comida rápida) y para bebidas, y a hacer una recogida selectiva del 90% de las botellas de plástico para el 2025.
Para ello, los países podrán instaurar el sistema de depósito, devolución y retorno del envases de bebidas (de manera que este residuo plástico se pueda devolver al comercio), o bien tendrían la opción de hacer una recogida selectiva separada (contenedor amarillo) incrementando el esfuerzo, considerado insuficiente.
Los recipientes de bebidas de un solo uso sólo podrán comercializarse si sus tapas y tapones permanecen unidos a ellos, lo que requerirá armonizar las regulaciones industriales europeas. Capítulo aparte merecen las toallitas húmedas, compresas y tampones, acusadas de bloquear los sistemas de saneamiento, y que deberán incluir “información clara y legible” sobre el modo de eliminación.
Los fabricantes verán ampliada su responsabilidad, lo que comportará que afronten los costes de la gestión para propiciar su reciclado. Esto afecta a recipientes alimentarios (comida inmediata), vasos de bebidas, envases y envoltorios (patatas fritas, golosinas..), las toallitas húmedas, bolsas de plástico ligeras, así como las artes de pesca. Los filtros de cigarrillos deberán reducirse en el 50 % para el 2025 y el 80 % para el 2030.