Joyas suaves como el algodón
Suárez celebra 15 años en Barcelona con una colección especial
Cae la noche, música suave, maderas oscuras, libros de anticuario, un cóctel en las manos y la vista que se pierde en el techo del hotel. “Y ahí descubrimos unas pinturas preciosas, repletas de detalles botánicos. Nos preguntamos si serían originales restaurados o nuevas”, explica la diseñadora Sandra Rojo. La conversación entre ella y Emiliano y Gabriel Suárez se alargó horas y fue el germen de la colección Lady Cotton con la que la joyería Suárez celebra sus 15 años en Barcelona.
Gabriel, director creativo de la firma, es sobrino de Emiliano e hijo de Benito Suárez, los propietarios. Tiene 38 años, es padre de dos mellizos de 8 años y desde hace 18 meses está al frente de algunas de las ideas más locas de la firma. “Locas, pero que siguen siendo extraordinarias piezas de joyería”, explica, como la colección Los Amuletos de Frida, inspirada en la pintora mexicana Frida Kahlo, que presentaron el año pasado.
Esta vez, la nueva colección es un homenaje a Barcelona. Lady Cotton, con motivos botánicos y aire romántico, y con sutiles detalles técnicos, está formada por siete modelos de anillo y un par de pendientes. La pieza más especial es una sortija doble, el único diseño con piedras, que sólo se venderá en la tienda de paseo de Gràcia, igual que los pendientes. El resto estará tanto en los establecimientos de Suárez como en el hotel Cotton House, su fuente de inspiración. Los precios, a partir de 500 euros, dejan claro que el objetivo es captar a un público joven.
En la fiesta de aniversario de la joyería en el Cotton House brillaron los nombres creativos, como Lázaro Rosa-Violán, autor de la reforma del hotel; los bailarines Carmen Corella y Dayron Vera, la arquitecta Anna Bassat, la escritora Asha Miró, el diseñador Javier Gutiérrez, el galerista Jorge Subietas, Carmen Vidal-Quadras... También acompañaron a Benito Suárez –que el pasado lunes celebraba su 71.ª cumpleaños–, su esposa, Lola Pascual, y su hijo Gabriel; la historiadora del arte Victoria Cirlot; la mujer de Lorenzo Quinn, Giovanna; Max Vives-Fierro, director de la Fundació Catalunya Europa, y su esposa, Genara Sert. Maraya Perinat y Andreu Casals, artífices del Cotton House, crearon un escenario para la fiesta suave y acogedor como el algodón. Perinat, exultante y orgullosa de que su hotel haya inspirado unas joyas: “Traer la tradición a la actualidad es también nuestro objetivo”.