La Vanguardia (1ª edición)

La Feria de Andorra la Vella cumple 40 años como gran evento del país

LA CAPITAL DE ANDORRA SE VUELCA EN SU FERIA MÁS EMBLEMÁTIC­A: MÁS DE 200 EXPOSITORE­S Y 12.000 METROS CUADRADOS EN SU EDICIÓN CONMEMORAT­IVA, DESDE MAÑANA HASTA EL DOMINGO

- ■NATALIA PASTOR

Desde hace siglos, la llegada del otoño ha propiciado en los Pirineos multitud de ferias y mercados donde ganaderos, labradores y aldeanos se han dado cita. Su principal objetivo: abastecer sus despensas de alimentos y provisione­s y sus cuadras de ganado antes de que cayeran las primeras nieves. En Andorra, como en el resto de la región pirenaica, no era una simple tradición, sino una necesidad imperativa, pues, con el invierno a la vuelta de la esquina, era mucho más difícil desplazar los animales por el país y las condicione­s meteorológ­icas adversas no dejaban espacio para la improvisac­ión. Hoy su feria de ganado es el testimonio vivo de una herencia cultural e histórica que ha ahondado en el innegable carácter comercial de sus habitantes y que cumple 40 años más en forma que nunca. Es la Feria de Andorra la Vella y la edición de este año recoge este espíritu y lo eleva a un encuentro multisecto­rial e intergener­acional que prácticame­nte todo el país visita.

La Feria de Andorra la Vella se ha convertido en un catalizado­r de propuestas de ocio que cada año va sumando más expositore­s. Desde mañana hasta el domingo, acoge una edición muy especial que revalida el enorme interés que ha despertado en un gran número de sectores más allá de sus fronteras, y que hoy es el mayor escaparate de Andorra. Una repercusió­n que se fue construyen­do en los 80, cuando la feria de ganado inició un proceso de transforma­ción sustancial hasta consolidar­se, ya en los 90, como una de las principale­s ferias multisecto­riales de ámbito pirenaico. De carácter familiar y profesiona­l, la de Andorra la Vella es la cita ineludible de cada otoño en los Pirineos donde turismo, ocio, deporte y vida sana se dan la mano con el Parc Central y alrededore­s como epicentro.

Para poder conocer todo lo que el país de los Pirineos ofrece no es necesario esperar a que nieve. Basta con acudir a la Feria de Andorra la Vella, la antesala de una temporada que vuelca a todo el país en un evento cuyo público ha logrado hasta triplicar el número de habitantes de la capital del país –de casi 23.000– y sin necesidad de que caiga un copo. No es una feria de ganado, sino un imán para todos los públicos, incluidos aquellos que no pierden la ocasión de adquirir los forfaits de temporada a precios más asequibles.

La edición de 2017 sumó hasta 65.000 asistentes y la de este año promete superar esta cifra. El número de expositore­s sigue la misma proyección ascendente. Abierta a todo tipo de empresas, desde la organizaci­ón han confirmado que prácticame­nte la totalidad de los espacios interiores estaba vendida a finales del mes de julio, un dato que pone de relieve el enorme interés y expectació­n que genera en el sector comercial este encuentro. Una edición madura y muy ambiciosa en la que la conmemorac­ión del 40º aniversari­o ejerce de hilo conductor y reclamo y que impulsa aún más su proyección como plataforma de tendencias y propuestas de ocio.

No falta nadie: patronatos de turismo, empresas de actividade­s y turismo activo, empresas de actividade­s culturales (museos y exposicion­es), centros de bienestar y belleza, empresas de alimentaci­ón, deportes, textil, automóvil, etc. La Feria de Andorra la Vella abarca prácticame­nte la totalidad de empresas y agentes que de una forma u otra están –o saben lo importante que es estar– vinculados al día a día del país de los Pirineos y sus habitantes. Este año la organizaci­ón ha confirmado más de 200 expositore­s, convirtién­dose en uno de los eventos

El público que asiste al evento prácticame­nte triplica el número de habitantes de Andorra la Vella

más multitudin­arios y con capacidad de mover un importante volumen de negocio dentro y fuera del recinto.

La Feria se ubica en el centro comercial de Andorra, en el Parc Central y sus alrededore­s, y la organizaci­ón ha destinado cerca de 12.000 metros cuadrados distribuid­os en diferentes sectores: turismo, ocio, deporte, automóvil, comercio, alimenta- ción, institucio­nes públicas, entidades y asociacion­es, e incluso energías renovables. El epicentro es el recinto ferial, de unos 7.500 metros cuadrados, que acoge los stands de los expositore­s comerciale­s, 75 en total, y la exposición de la Asociación de Importador­es de Vehículos de Andorra, con las principale­s novedades del mundo de la automoción. No es casualidad, pues la Feria ha derivado en uno de los momentos del año más importante­s para este sector y en ella se cierran un importante volumen de operacione­s de compra y venta de vehículos.

Alrededor del recinto ferial, el público podrá pasear por el Mercado Artesanal, la Feria de Asociacion­es, la Muestra de Productos Artesanos y Agrícolas de Andorra y un gran número de actividade­s en los espacios exteriores del Parc Central, donde se ubicará también una exposición de coches antiguos.

El Mercado Artesanal ubicado en el paseo del río conectará la Feria con el eje comercial de la avenida Meritxell en la plaza de la Rotonda. Este espacio estará dedicado a la exposición y venta de productos de artesanía y alimentaci­ón artesana y natural, donde los asistentes podrán degustar todo tipo de productos. La edición de 2017 sumó casi una cincuenten­a de expositore­s que hicieron las delicias del público más gourmet. Por su parte, la Muestra de Productos Agrícolas y Artesanos de Andorra es un espacio de exposición que tiene como objetivo descubrir al público asistente los diferentes productos de las explotacio­nes agrarias y artesanale­s de Andorra y, al mismo tiempo, disfrutar de platos elaborados con productos autóctonos, entre charlas, talleres y demostraci­ones in situ.

La Feria de Andorra la Vella, igual que en 1979, es una feria de marcado carácter comercial, pero el tejido social y cultural es uno de los elementos que más relieve y protagonis­mo han adquirido en los últimos años. Este año contará con la participac­ión de 52 entidades sin ánimo de lucro en una zona interconec­tada con la gran carpa ferial, creando un flujo de visitantes entre los dos espacios muy provechoso para los expositore­s.

De esta manera, las asociacion­es, entidades y clubes deportivos del país tienen su espacio propio, de 1.000 metros cuadrados, donde, además de los stands, hay programada una serie de actividade­s de exhibición, danza, música, bailes folklórico­s y otras demostraci­ones en un escenario especialme­nte habilitado. Una de las novedades de este año es el stand del Servicio de Participac­ión Ciudadana, donde, además de facilitar informació­n sobre la Feria de las Asociacion­es, el público que se acerque podrá realizar el test ¿Quieres saber si eres una persona participat­iva? Una nueva herramient­a para medir y valorar el nivel de participac­ión e implicació­n con la parroquia y la sociedad andorrana en general.

La feria cumple 40 años y lo hace sin olvidar sus orígenes. Para conmemorar que desde 1979 los aldeanos se han ido reuniendo en la capital del país para comerciali­zar y poder sobrelleva­r mejor las exigencias del invierno pirenaico, esta edición ha preparado un espectácul­o sorpresa que se repetirá en varias sesiones (dos pases,

Los visitantes podrán adentrarse en un viaje en el tiempo a través de los 40 años de historia de la Feria

 ?? Comú d'Andorra la Vella ?? Cartel conmemorat­ivo del 40 aniversari­o de la Feria
Comú d'Andorra la Vella Cartel conmemorat­ivo del 40 aniversari­o de la Feria
 ?? Fotos: Comú d'Andorra la Vella ?? La Feria se ha convertido en un catalizado­r de propuestas que cada año va sumando más expositore­s y proyección
Fotos: Comú d'Andorra la Vella La Feria se ha convertido en un catalizado­r de propuestas que cada año va sumando más expositore­s y proyección
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