La Feria de Andorra la Vella cumple 40 años como gran evento del país
LA CAPITAL DE ANDORRA SE VUELCA EN SU FERIA MÁS EMBLEMÁTICA: MÁS DE 200 EXPOSITORES Y 12.000 METROS CUADRADOS EN SU EDICIÓN CONMEMORATIVA, DESDE MAÑANA HASTA EL DOMINGO
Desde hace siglos, la llegada del otoño ha propiciado en los Pirineos multitud de ferias y mercados donde ganaderos, labradores y aldeanos se han dado cita. Su principal objetivo: abastecer sus despensas de alimentos y provisiones y sus cuadras de ganado antes de que cayeran las primeras nieves. En Andorra, como en el resto de la región pirenaica, no era una simple tradición, sino una necesidad imperativa, pues, con el invierno a la vuelta de la esquina, era mucho más difícil desplazar los animales por el país y las condiciones meteorológicas adversas no dejaban espacio para la improvisación. Hoy su feria de ganado es el testimonio vivo de una herencia cultural e histórica que ha ahondado en el innegable carácter comercial de sus habitantes y que cumple 40 años más en forma que nunca. Es la Feria de Andorra la Vella y la edición de este año recoge este espíritu y lo eleva a un encuentro multisectorial e intergeneracional que prácticamente todo el país visita.
La Feria de Andorra la Vella se ha convertido en un catalizador de propuestas de ocio que cada año va sumando más expositores. Desde mañana hasta el domingo, acoge una edición muy especial que revalida el enorme interés que ha despertado en un gran número de sectores más allá de sus fronteras, y que hoy es el mayor escaparate de Andorra. Una repercusión que se fue construyendo en los 80, cuando la feria de ganado inició un proceso de transformación sustancial hasta consolidarse, ya en los 90, como una de las principales ferias multisectoriales de ámbito pirenaico. De carácter familiar y profesional, la de Andorra la Vella es la cita ineludible de cada otoño en los Pirineos donde turismo, ocio, deporte y vida sana se dan la mano con el Parc Central y alrededores como epicentro.
Para poder conocer todo lo que el país de los Pirineos ofrece no es necesario esperar a que nieve. Basta con acudir a la Feria de Andorra la Vella, la antesala de una temporada que vuelca a todo el país en un evento cuyo público ha logrado hasta triplicar el número de habitantes de la capital del país –de casi 23.000– y sin necesidad de que caiga un copo. No es una feria de ganado, sino un imán para todos los públicos, incluidos aquellos que no pierden la ocasión de adquirir los forfaits de temporada a precios más asequibles.
La edición de 2017 sumó hasta 65.000 asistentes y la de este año promete superar esta cifra. El número de expositores sigue la misma proyección ascendente. Abierta a todo tipo de empresas, desde la organización han confirmado que prácticamente la totalidad de los espacios interiores estaba vendida a finales del mes de julio, un dato que pone de relieve el enorme interés y expectación que genera en el sector comercial este encuentro. Una edición madura y muy ambiciosa en la que la conmemoración del 40º aniversario ejerce de hilo conductor y reclamo y que impulsa aún más su proyección como plataforma de tendencias y propuestas de ocio.
No falta nadie: patronatos de turismo, empresas de actividades y turismo activo, empresas de actividades culturales (museos y exposiciones), centros de bienestar y belleza, empresas de alimentación, deportes, textil, automóvil, etc. La Feria de Andorra la Vella abarca prácticamente la totalidad de empresas y agentes que de una forma u otra están –o saben lo importante que es estar– vinculados al día a día del país de los Pirineos y sus habitantes. Este año la organización ha confirmado más de 200 expositores, convirtiéndose en uno de los eventos
El público que asiste al evento prácticamente triplica el número de habitantes de Andorra la Vella
más multitudinarios y con capacidad de mover un importante volumen de negocio dentro y fuera del recinto.
La Feria se ubica en el centro comercial de Andorra, en el Parc Central y sus alrededores, y la organización ha destinado cerca de 12.000 metros cuadrados distribuidos en diferentes sectores: turismo, ocio, deporte, automóvil, comercio, alimenta- ción, instituciones públicas, entidades y asociaciones, e incluso energías renovables. El epicentro es el recinto ferial, de unos 7.500 metros cuadrados, que acoge los stands de los expositores comerciales, 75 en total, y la exposición de la Asociación de Importadores de Vehículos de Andorra, con las principales novedades del mundo de la automoción. No es casualidad, pues la Feria ha derivado en uno de los momentos del año más importantes para este sector y en ella se cierran un importante volumen de operaciones de compra y venta de vehículos.
Alrededor del recinto ferial, el público podrá pasear por el Mercado Artesanal, la Feria de Asociaciones, la Muestra de Productos Artesanos y Agrícolas de Andorra y un gran número de actividades en los espacios exteriores del Parc Central, donde se ubicará también una exposición de coches antiguos.
El Mercado Artesanal ubicado en el paseo del río conectará la Feria con el eje comercial de la avenida Meritxell en la plaza de la Rotonda. Este espacio estará dedicado a la exposición y venta de productos de artesanía y alimentación artesana y natural, donde los asistentes podrán degustar todo tipo de productos. La edición de 2017 sumó casi una cincuentena de expositores que hicieron las delicias del público más gourmet. Por su parte, la Muestra de Productos Agrícolas y Artesanos de Andorra es un espacio de exposición que tiene como objetivo descubrir al público asistente los diferentes productos de las explotaciones agrarias y artesanales de Andorra y, al mismo tiempo, disfrutar de platos elaborados con productos autóctonos, entre charlas, talleres y demostraciones in situ.
La Feria de Andorra la Vella, igual que en 1979, es una feria de marcado carácter comercial, pero el tejido social y cultural es uno de los elementos que más relieve y protagonismo han adquirido en los últimos años. Este año contará con la participación de 52 entidades sin ánimo de lucro en una zona interconectada con la gran carpa ferial, creando un flujo de visitantes entre los dos espacios muy provechoso para los expositores.
De esta manera, las asociaciones, entidades y clubes deportivos del país tienen su espacio propio, de 1.000 metros cuadrados, donde, además de los stands, hay programada una serie de actividades de exhibición, danza, música, bailes folklóricos y otras demostraciones en un escenario especialmente habilitado. Una de las novedades de este año es el stand del Servicio de Participación Ciudadana, donde, además de facilitar información sobre la Feria de las Asociaciones, el público que se acerque podrá realizar el test ¿Quieres saber si eres una persona participativa? Una nueva herramienta para medir y valorar el nivel de participación e implicación con la parroquia y la sociedad andorrana en general.
La feria cumple 40 años y lo hace sin olvidar sus orígenes. Para conmemorar que desde 1979 los aldeanos se han ido reuniendo en la capital del país para comercializar y poder sobrellevar mejor las exigencias del invierno pirenaico, esta edición ha preparado un espectáculo sorpresa que se repetirá en varias sesiones (dos pases,
Los visitantes podrán adentrarse en un viaje en el tiempo a través de los 40 años de historia de la Feria