Ir de compras: una experiencia global

El sector comercial se encuentra en plena transformación. Ir de compras ha dejado de ser, hace ya días, una simple transacción económica para convertirse en una experiencia global. Pasear, sorprendernos, hacernos una foto simpática o genuina que demuestre al mundo dónde estamos... En esta dirección mira Andorra la Vella. Sabemos que el comercio sigue siendo uno de los grandes atractivos para los visitantes que llenan las calles de Andorra, un país con una oferta muy amplia y diversa que lo convierte en uno de los destinos preferidos para los turistas de proximidad. Muy conscientes de ello, este año desde el Comú de Andorra la Vella hemos materializado una obra que para nosotros era imprescindible no dilatar en el tiempo: la remodelación de la avenida Meritxell. El eje comercial de la capital de Andorra se ha transformado en un nuevo espacio para hacer más cómoda la experiencia de compras para los peatones, que pueden pasear por una avenida embellecida, accesible, amplia y funcional. Los trabajos se concentraron en tan solo cuatro meses para ocasionar el mínimo de molestias tanto a los comerciantes como a los compradores. Muy pronto se embellecerán también las calles adyacentes a la arteria principal para invitar a los turistas a adentrarse en zonas conectadas con la avenida Meritxell. Regresar con una sonrisa en los labios de una estancia corta es el mejor indicador para saber si hemos disfrutado. Con el paso de los años, quedará impregnado en nuestro recuerdo aquel fin de semana lleno de experiencias y sensaciones. Es lo que denominamos intangibles y que pueden llegar a mejorar mucho unos días de ocio y descanso. Por eso estamos trabajando de la mano, el sector público y el sector privado, para ofrecer a los compradores una oferta de calidad muy complementada con estos momentos y experiencias. Porque cada vez somos más exigentes como usuarios y como visitantes, y este nivel de exigencia debemos aplicárnoslo los diferentes actores que participamos en el engranaje del turismo. Este diciembre, Andorra la Vella se convertirá de nuevo en la capital de las ilusiones con la celebración del Poblet de Nadal. Por tercer año consecutivo, la ciudad ofrece un montón de actividades, animaciones y espectáculos para hacer revivir la magia de la Navidad. Por nuestra parte, no dejamos de trabajar para consolidar el mercado de Navidad como un referente en el sur de Europa. En este sentido, este año ampliaremos la superficie e introduciremos otras novedades para sorprender a los visitantes y dejarles con un buen sabor de boca. Durante todo diciembre, ofreceremos dos veces al día un espectáculo de luz y sonido único y gratuito al aire libre: un techo de luz de 40 metros sincronizado con un acompañamiento musical que nos adentrará en la magia de la Navidad. Y todo ello, bien acompañado con atracciones, y espectáculos y animaciones de gran formato para hacer vibrar a todos aquellos que se paseen por los ejes comerciales de la capital de Andorra y hacer más atractiva la experiencia de las compras. Eventos tan majestuosos como el Poblet de Nadal son imprescindibles para enriquecer la experiencia de nuestros visitantes, que ya vienen a Andorra atraídos por las compras, la naturaleza y el esquí, en invierno. No en vano, más de ocho millones de turistas vienen a nuestro país cada año. En Andorra la Vella tenemos la suerte de contar con varios núcleos de interés más allá de la conocidísima calle de las tiendas: un centro histórico con una de las joyas de nuestro patrimonio, como es la Casa de la Vall, sede del antiguo parlamento; o Santa Coloma, una preciosa iglesia románica con campanario circular que estamos poniendo en valor. Hace unas semanas, se estrenó allí un videomapping de una calidad excepcional que recrea las pinturas murales románicas en su lugar original, y que amplía la oferta de experiencias para nuestros turistas. Este fin de semana, sin ir más lejos, vuelve una cita obligatoria marcada anualmente en el calendario y por la que pasa toda Andorra. La Feria de Andorra la Vella, que este año celebra 40 años, es también un evento interesante para los turistas, que pueden visitar una feria de muestras, atraídos, por ejemplo, por la posibilidad de adquirir forfaits de temporada a precios asequibles. Una vez dentro de la Feria, se hace casi imposible no destinar un largo rato a pasear, conocer la oferta comercial, ver las novedades de la industria automovilística, probar los productos artesanos, jugar en los espacios habilitados y disfrutar de los espectáculos y las animaciones. Todo ello durante tres días, en medio de Andorra la Vella, y gratuitamente. Innovación, sorpresa, experiencias... pero también calidad. Esta es la fórmula. Nadie dijo que fuera fácil, pero ya estamos en ello y no podemos, ni queremos, bajar el listón.