La Vanguardia (1ª edición)

Sergio González y Rubi, vidas paralelas

El entrenador del Valladolid aplica en su nuevo club lo que aprendió en el RCD Stadium: ‘a verbis ad verbera’

- DOMINGO MARCHENA Barcelona

Hay pocos estadios de fútbol donde las máximas latinas suenen mejor que en el RCD Stadium: a verbis ad verbera. En el Espanyol, un club donde cada día se recuerda que no bastan las palabras, forjaron su carácter dos de los entrenador­es de moda del fútbol español: Sergio González y Joan Francesc Ferrer, Rubi. Exfutbolis­tas y periquitos de corazón, se conocieron cuando Sergio González jugaba en el juvenil y Rubi en el Espanyol B. Hoy el primero entrena al Valladolid y el segundo, al Espanyol. Mañana se enfrentan en el José Zorrilla y querrán pasar de las palabras a los hechos. Así se podría traducir a verbis ad verbera.

El latinismo también resume a la perfección eso que se ha dado en llamar darderismo por Sergi Darder, que galvanizó a su afición cuando dijo que el club tiene que aspirar a todo. Este jugador, por cierto, ya se ha recuperado de una gastroente­ritis y estará a punto para el choque contra el equipo castellano. El Valladolid ocupa la sexta posición. El Espanyol, la segunda, a un punto del Barça.

Acabe como acabe el encuentro, los locales o los visitantes verán reforzada su candidatur­a al título oficioso de equipo revelación. Los trenes de Sergio González, de l’Hospitalet de Llobregat, y de Rubi, de Vilassar de Mar, tienen más estaciones en común. Ambos recibieron la semana pasada ex aequo el galardón de mejor entrenador catalán de la temporada 2017-2018. Rubi, por el histórico ascenso que logró al frente del Huesca, uno de los presupuest­os más bajos de Segunda, y que por primera vez en sus más de 58 años de historia juega en la élite. Su compañero, por el ascenso del Valladolid, cuyas riendas tomó tras la destitució­n de Luis César Sampedro, en la jornada 34 y cuando el club parecía haberse despedido ya de sus opciones de regresar a la élite.

“Soy de Vilassar”, recuerda siempre que puede Rubi, apócope de el Rubio, como lo llamaban en los infantiles del Vilassar. “Yo de l’Hospitalet, de barrio”, explicaba ayer mismo Sergio González, a quien la parroquia perica recibirá sin duda en el partido de vuelta como a uno de sus héroes, con una ovación. Ese es el partido que más le preocupa. El de mañana es sólo fútbol. El otro, el del 3 de marzo en el estadio de Cornellà-El Prat, algo más. Volver a sentir como el tiempo se detiene en el minuto 21, cuando las gradas aplaudirán, pase lo que pase sobre el terreno de juego, en me- moria de un 21 grabado a fuego en todos los aficionado­s, el dorsal de Dani Jarque. Los mismos vestuarios, el mismo pasillo, el mismo banquillo, pero ahora como entrenador visitante. Quienes lo conocen aseguran que el actual técnico del Valladolid es un sentimenta­l. “Metódico y obseso de la preparació­n de los partidos”, pero que puede interrumpi­r una sesión de trabajo para recordar una vez más que es de barrio.

Él y Rubi reflejan también que muchas veces la solución a las crisis está muy cerca: en casa. Sergio González, que prefiere no comentar su salida del club, no tuvo mucha suerte, pero aun así su paso por la entidad fue más que notable. Se fogueó con el Espanyol

Los dos técnicos comparten el galardón de mejor entrenador catalán de la pasada temporada El actual entrenador blanquiazu­l logró el ascenso del Huesca; su compañero, del Valladolid

B, en el 2014, al que alejó de los puestos de descenso y dejó en una cómoda octava posición. Luego asumió la dirección del primer equipo. El primer año fue relativame­nte tranquilo (si es que esa expresión existe en los diccionari­os de los entrenador­es) y alcanzó las semifinale­s de la Copa del Rey. Ahora, el nuevo presidente del Valladolid, Ronaldo (“pero no Cristiano, el Ronaldo bueno”, como dijo una vez José Mourinho) le ha renovado –a él y a todo el cuerpo técnico– hasta el 2020, lo que le permitirá trabajar con la tranquilid­ad que no tuvo en su última etapa blanquiazu­l. El viernes se enfrentará a un viejo amigo que habla su mismo idioma. Hechos, y no palabras.

 ?? JOSE JORDAN / AFP ?? El camino. Sergio González parece indicar el camino de la victoria a sus jugadores, en un momento del Villarreal-Valladolid, que ganaron los visitantes por 0-1, una de sus cuatro triunfos de esta temporada.
JOSE JORDAN / AFP El camino. Sergio González parece indicar el camino de la victoria a sus jugadores, en un momento del Villarreal-Valladolid, que ganaron los visitantes por 0-1, una de sus cuatro triunfos de esta temporada.

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