Estamos expulsando a los jóvenes del mercado
El título de este artículo puede parecer muy drástico, pero es una realidad. Los jóvenes españoles han reducido de forma considerable su participación en el mercado inmobiliario en el último año. Tan solo 3 de cada 10 españoles entre 18 y 34 años trató de alquilar, comprar o vender una casa, según un reciente estudio de Fotocasa.
La razón de esta menor participación, que el informe precedente rozaba el 40%, se debe a una drástica caída en la interacción con el mercado del alquiler, motivada fundamentalmente por los fuertes repuntes de precios y la menor oferta. El problema más acuciante lo detectamos en los jóvenes de 18 a 24 años: tan solo un 5% logró alquilar una vivienda en el último año, lo que supone una caída de casi el 60% con respecto al infor- me anterior. En el tramo de 25-34 años, ese descenso fue del 25%.
En un contexto de mejora económica y de consolidación de la financiación, cabría pensar que buena parte de estos jóvenes se han pasado a la compra. Pero la actividad de nuestros jóvenes en este mercado se mantiene en niveles bajos, similares a los que detectábamos en años anteriores: solo un 2% de los jóvenes de 18 a 24 años adquirió una vivienda en el último año y un 9% entre los de 25 a 34 años.
Es decir, nuestros jóvenes apenas compran y cada vez alquilan menos, mucho menos. Esto debería llevarnos a una profunda reflexión a todos los agentes que estamos implicados en este mercado. Porque es en este segmento de población donde se encuentra la demanda natural de este negocio. Si ellos no pueden acceder a las viviendas que oferta el mercado, volveremos a los problemas del pasado y tendremos serios problemas como sociedad.
Debemos empezar por el alquiler, porque es la principal vía de acceso de los jóvenes a una vivienda y porque un mercado del alquiler más robusto es una pieza clave si queremos un sector inmobiliario que no fluctúe tanto según los ciclos económicos. El nuevo Gobierno estudia una batería de medidas, algunas de ellas dirigidas a jóvenes, como recuperar incentivos fiscales del pasado para aquellos propietarios que alquilen a menores de 30 años. O la apuesta por la vivienda pública, mercado que quedó en el olvido con el estallido de la crisis, entre otras.
Pero debemos ir más allá: las dificultades que tienen los jóvenes para acceder a la vivienda, ya sea de alquiler y compra, están relacionadas con su precariedad económica y laboral, algo que es extensible a otros extractos de la población. Hoy un menor de 25 años cobra un sueldo bruto medio de 1.029 euros, según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último trimestre de 2017. El precio medio de un alquiler en Barcelona o Madrid supera los 1.000 euros
Por muchas medidas que se pongan en marcha para sacar oferta en alquiler, si la empleabilidad y poder adquisitivo no mejora, seguirán teniendo problemas para llevar a cabo proyectos de vida, como el alquiler o la compra de una vivienda.
Jóvenes. Sólo un 5% de los jóvenes de 18 a 24 años logró alquilar una vivienda en 2017
Imprescindible. Es necesario que mejore la empleabilidad de los jóvenes