Nuestro 22@
La historia del 22@ empieza con la aprobación de un Master Plan en el año 2000, que dio solución a 200 hectáreas de suelo situadas en el barrio del Poblenou, que aún mantenían la calificación urbanística de uso industrial. Se trataba del suelo que había albergado las fábricas del siglo XIX y principios del XX, y que posteriormente fueron abandonadas, con el auge de la Zona Franca y de los polígonos industriales alejados de la ciudad. Clamaba al cielo la necesidad de optimizar el suelo degradado que se hallaba en pleno barrio del Poblenou, rodeado de viviendas.
El Planeamiento aprobado el año 2000 fue una respuesta contundente a esta demanda, apostando por un nuevo modelo de ciudad, ambicioso y desacomplejado. Tras la celebración de los Juegos Olímpi- cos tan sólo ocho años atrás, nuestra ciudad estaba ansiosa de reinventarse de nuevo, y 22@ fue el proyecto en el que volcó sus ansias de volver a proyectarse al mundo.
Se sentaron las bases urbasabido nísticas y arquitectónicas para que Barcelona fuera capaz de atraer empresas que buscaran sede en el sur de Europa, guardando un respeto exquisito hacia todos los elementos históricos y artísticos del pasado industrial que habían sobrevivido al paso del tiempo.
El distrito 22@ debía ostentar un lenguaje pionero, unas formas rabiosamente modernas, que fueran un reflejo del deseo que habitaba en nuestra ciudad: unas ganas irrefrenables de ser una ciudad avanzada, capaz de atraer talento e inversiones.
Los objetivos que nos marcamos en el año 2000 se han superado ampliamente. 22@ es un caso de éxito sin paliativos: alberga multitud de empresas de primer nivel, recibe cada día gran cantidad de profesionales y cuenta con una vida cultural y asociativa extremadamente rica. Lo que me parece más interesante es la personalidad que desprende el Poblenou, un barrio que convive con un distrito de negocios sumamente ambicioso, que ha mantener su historia centenaria impregnada en su carácter.
De todos modos, 22@ sigue siendo un espacio en plena transformación: hay muchas manzanas que todavía están pendientes de transformación urbanística, un desarrollo que irá acompasado a la pulsión de la demanda.
Hace algunos meses el Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha un proyecto para “repensar 22@”, abriendo un debate sobre cómo queremos que evolucione la zona del 22@.
Aunque el diseño inicial seguramente deba ser reinterpretado y perfeccionado, en nuestra opinión, 22@ no debería renunciar a la esencia del proyecto original, que ambiciona atraer a Barcelona a las principales empresas que buscan sede en el sur de Europa, pues un tejido económico fuerte genera oportunidades laborales de valor añadido a la ciudadanía, y con ello, vertebra una ciudad rica social y económicamente.
22@. “El proyecto debe atraer a empresas que buscan sede en el sur de Europa”