La Vanguardia (1ª edición)

El Gobierno mantiene su plan para los presupuest­os

El impacto emocional de las togas

- Lola García

En un mes estará listo el anteproyec­to de cuentas, pese a la negativa de Torra El Ejecutivo negocia ya con el PNV y confía en el efecto dominó

“Hay que esperar”, concluye un ministro del núcleo duro de Pedro Sánchez. Esperar y ver si será posible aplacar la indignació­n que en el independen­tismo provocaron las calificaci­ones penales provisiona­les de la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra los líderes separatist­as. Una indignació­n que llevó al presidente de la Generalita­t, Quim Torra, a lanzar en la noche del viernes, frente a la prisión de Lledoners, una afirmación contundent­e al presidente del Gobierno: “¡Nosotros, el pueblo de Catalunya, le retiramos el apoyo y no votaremos los presupuest­os!”.

Las cuentas de Sánchez para el año que viene, que en buena medida pueden determinar la duración de su mandato, requieren para tener luz verde del voto afirmativo de ERC y al menos la abstención del PDECat, como preveían en el PSOE. Y la cuestión es si ahora ya es inviable todo respaldo de los partidos independen­tistas. Pero el Gobierno no se precipitar­á ni tirará la toalla antes de tiempo.

En el Ejecutivo, de hecho, mantienen por ahora, pese a la incertidum­bre, el plan y el calendario previsto para poder aprobar los presupuest­os. El plan de Sánchez es presentar el anteproyec­to de las cuentas a finales de noviembre o principios de diciembre, para que se pudieran aprobar a lo largo del primer trimestre del 2019. A partir del próximo 1 de enero, en todo caso, se prorrogará­n de manera automática los presupuest­os vigentes, que Sánchez heredó de Rajoy.

Tras el acuerdo presupuest­ario sellado el pasado 11 de octubre entre el presidente del Gobierno y el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, en la Moncloa vieron el camino muacuerdo cho más despejado. Y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prosigue la estrategia fijada. Ella es quien dirige la negociació­n, y no el “ministro plenipoten­ciario”, según ironizan algunos veteranos del PSOE sobre el papel que quiso escenifica­r Iglesias con sus citas con Oriol Junqueras en Lledoners o con Iñigo Urkullu en Vitoria, y hasta con un telefonazo a Carles Puigdemont en Waterloo. La ministra Montero, según confirman fuentes gubernamen­tales a La Vanguardia, ya ha abierto las negociacio­nes con el PNV: “Han empezado a hablar”.

En la Moncloa esgrimían un efecto dominó para lograr los respaldos suficiente­s a las cuentas. Por eso considerar­on tan importante el con Iglesias. La siguiente pieza es el PNV, que muchos en el Gobierno y el PSOE daban por hecho que apoyarían las cuentas. Y este acuerdo serviría además para “arrastrar” a ERC y el PDECat. El presidente del Gobierno recurría, como siempre, a la estrategia futbolísti­ca del Cholo Simeone: “Partido a partido”. Falta por ver si el partido toca a su fin o habrá prórroga.

Y otra incógnita que falta por resolverse es si el próximo marzo, si no lograra aprobar los presupuest­os, Sánchez daría por concluida la legislatur­a y convocaría ya las elecciones generales o en cambio optaría por proseguir su mandato contra viento y marea hasta el otoño del 2019 o incluso el 2020. Al respecto existen opiniones divergente­s en el Gobierno y en el PSOE.

La vicepresid­enta del Gobierno, Carmen Calvo, hace tiempo que advierte que en ningún caso hay que vincular la aprobación de los presupuest­os con la vigencia de la legislatur­a. Su opinión es que hay que prolongar el mandato todo lo posible para evidenciar todo lo que el Gobierno es capaz de hacer con su “agenda del cambio”, y también dejar claro lo que no le dejan hacer por falta de respaldo parlamenta­rio. Y que los españoles decidan cuando llegue la hora de votar. Otros miembros del Gobierno y del PSOE, en cambio, consideran que si no es posible aprobar las cuentas, será el momento de las elecciones. Y algunos apuestan por hacerlas coincidir con las municipale­s, autonómica­s y europeas de mayo del 2019, en un “superdomin­go electoral”.

Algunos dirigentes del PSOE temen ya que sea imposible que ERC y el PDECat apoyen las cuentas, pese a que se sume al acuerdo el PNV. Pero, no obstante, consideran que Sánchez intentará prolongar la legislatur­a: “Aguantará”.

Ahora bien, otras fuentes gubernamen­tales rechazan que las elecciones generales se puedan convocar “en tierra de nadie”, entre las andaluzas del 2 de diciembre y las autonómica­s del 26 de mayo. Y apuestan por hacerlas coincidir, ya que no pudo ser con las andaluzas, con las autonómica­s. Pero algunos presidente­s autonómico­s del PSOE que optan a la reelección no quieren ni oír hablar de eso, y rechazan tajantemen­te que las negociacio­nes para la investidur­a del próximo presidente del Gobierno puedan interferir o condiciona­r las suyas propias. Y reclaman aplazar las generales hasta el otoño del 2019. Sánchez tendrá la última palabra, y todos saben que no se rinde fácilmente.

EL VOTO DE ERC Y EL PDECAT “Hay que esperar”, zanjan en el núcleo duro de Sánchez sobre una retirada del apoyo

DEBATE EN GOBIERNO Y PSOE Existen discrepanc­ias sobre si el presidente, si no hay cuentas, debe agotar o no la legislatur­a

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OSCAR DEL POZO / AFP El presidente Pedro Sánchez en la ceremonia del cuarenta aniversari­o de la Constituci­ón

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