Hora de trabajar gratis
A consecuencia de la brecha salarial, las mujeres trabajan desde ayer y hasta final de año de manera gratuita.
La brecha salarial no es sólo un argumento con el que llenarse la boca para contentar a un auditorio que aclama al líder político de turno o para usarlo desde la tribuna de oradores y dejar una frase bonita enmarcada en las actas del Parlamento. Es una realidad que escuece. Desde ayer, la diferencia media entre salarios entre hombres y mujeres por realizar tareas idénticas se ha igualado en Europa. Lo que significa, a efectos contables, que es como si las mujeres trabajaran gratis desde aquí hasta final de año... ¿Que pasaría si fuera al revés?
La pregunta no tiene respuesta, pero sirve para plantear el tema y darle visibilidad en el día Europeo de la Igualdad Salarial, fecha que recuerda que las mujeres europeas ganan un 16,2% menos que los hombres en la Unión Europea. En España la brecha salarial es del 14,2%, porcentaje que triplica las tasas de Italia, Rumanía y Luxemburgo, por lo que las trabajadoras españolas trabajan gratis desde el 10 de noviembre hasta final de año.
La CE señala que los cargos de dirección y supervisión siguen estando “abrumadoramente” ocupados por los hombres. Esta tendencia tiene su mayor reflejo en el nivel más alto, ya que sólo el 6,3% de los consejeros delegados son mujeres.
Además, asegura que las mujeres se hacen cargo de las tareas no pagadas, como el trabajo doméstico y el cuidado de niños o familiares en mayor escala que los hombres. Estos emplean un promedio de nueve horas por semana en cuidados no remunerados y actividades domésticas, mientras que las mujeres trabajadoras dedican 22 horas semanales, casi cuatro al día.
En el mercado laboral esto se refleja en el hecho de que más de una de cada tres mujeres reduce su salario por trabajar a tiempo parcial, mientras que solo uno de cada diez hombres hace lo mismo. Las mujeres, según la Comisión Europea, tienden a permanecer más tiempo fuera del mercado laboral que los hombres; y a estar “excesivamente representadas” en sectores y ocupaciones que ofrecen salarios más bajos, como la docencia o el comercio.
La Comisión Europea también ha alertado de que la discriminación salarial, aunque ilegal, “sigue contribuyendo a la brecha salarial de género”.
En los altos cargos directivos la grieta se amplía ya que sólo el 6,3% de mujeres son consejeras delegadas