El abogado de la cristiana acusada de blasfemia huye de Pakistán
El brote de protesta social que ha desencadenado la liberación de Asia Bibi, la joven cristiana condenada a muerte por blasfemia en Pakistán, obligó ayer a su abogado a salir del país por miedo a que le mataran. El letrado Saiful Malook ha huido hacia Europa mientras continúan las movilizaciones de los grupos islamistas radicales.
Después de ocho años encarcelada a la espera de que el tribunal confirmara o no la sentencia de muerte, finalmente el pasado miércoles el Tribunal Supremo dictaminó que hubo “graves contradicciones en las pruebas” y “mentiras” en los testimonios.
La decisión se ha convertido en una cuestión de Estado en Pakistán. Malook ya dijo esta semana que su vida corría peligro al defender a Bibi porque los seguidores del imán extremista Jadim Husain Rizvi habían amenazado públicamente con matarle. Una hermana de Malook confirmó a la agencia Ap que su hermano había escapado y no quiso dar más detalles, porque era consciente de que su teléfono estaba intervenido. Según el diario italiano Il Corriere della Sera, Malook había llegado a Roma, en un vuelo en tránsito ya que su destino era Amsterdam. Allí hará una rueda de prensa antes de trasladarse a Londres, en donde espera instalarse definitivamente.
El Gobierno llegó la noche del viernes a un acuerdo con los grupos islamistas radicales para que cesaran las protestas. Impuso a la joven cristiana una prohibición para que no pueda abandonar el país mientras se revisa el veredicto de anulación. La noticia dejó atónita a la familia de Bibi, que había viajado desde Inglaterra, donde estaba huida, para volver a reunirse con ella.
Pero el acuerdo no sirvió de nada, puesto que han seguido convocándose movilizaciones durante todo el fin de semana en numerosas partes del país.
La blasfemia contra el islam es un delito grave en Pakistán que se castiga con la muerte. El mero rumor ha llevado a numerosos casos de linchamientos extrajudiciales y se suceden los casos en que se utiliza como venganza.
El caso de Asia Bibi ocurrió en la región de Punjab, al este del país. La joven fue denunciada por unas vecinas sospechosamente después de que se enfrentaran por los derechos de un pozo. El gobernador de la provincia, que se atrevió a defenderla públicamente y criticar el mal uso de la ley, murió en el 2011 por disparos de uno de sus guardias. Este fue condenado y colgado, pero hoy se le venera como un mártir.