Rebeliones y socavones
La actualidad de estos días nos conduce a las acusaciones vertidas contra los líderes del procés por la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Lo partidos y sus medios de información encuadrados en la llamada derecha son los más escandalizados por la petición de la Abogacía del Estado, que excluye el supuesto delito de rebelión, y se llevan las manos a la cabeza en un nuevo ejercicio farisaico, que ya nos resulta familiar. Los partidos llamados de izquierda o independentistas, por el contrario, están igualmente irritados por la petición de la Fiscalía, que sí aprecia el supuesto delito de rebelión.
Todo ello nos lleva a deducir que si en este país primara más la cultura, llegarían a la conclusión evidente de que Europa –estamos en ese club, ¿recuerdan?– ya ha sancionado indiciariamente este asunto. No cabe el delito de rebelión en la conducta de los líderes políticos catalanes.
En conclusión, pida lo que pida la Fiscalía y sus correligionarios, y sea cual sea la sentencia final, la última palabra, una vez agotadas las instancias jurisdiccionales españolas, la tendrá el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, y en donde me temo que, salvo que finalmente se imponga la razón a la revancha, el socavón de desprestigio será ya irremediable.
JONATHAN TULA
Barcelona