Cuánta contaminación
Es increíble cómo puede haber tanta contaminación en el aire de Barcelona. Después de cada lluvia quedan los coches y las motos grises y de repente parece que podemos ver bien el horizonte. Pero esto es sólo la observación directa de un fenómeno que va mucho más allá.
Conozco a mucha gente –incluido yo mismo– que notamos esa contaminación en nuestro día a día. Los resfriados y las anginas son mucho más frecuentes que cuando pasamos largas temporadas en nuestros pueblos, pero donde más lo notamos es en la piel. Dermatitis atópica dicen, pero el patrón es el mismo: no nos pasa nada y al venir aquí tenemos descamación en la cabeza, las manos y otras zonas.
Tenemos que rebajar los niveles de contaminación o acabaremos todos muy perjudicados.
BLAI RAMÍREZ I VALERO
Cervelló