Veteranos y emergentes
En 1999, los aficionados vieron con disgusto cómo el Pipa Club de la plaza Reial dejaba de organizar conciertos obligado por la normativa. La ciudad perdía un importante foco jazzístico programado por Alix Levy donde, entre otras gestas, se pudo ver una memorable actuación del Brad Mehldau Trio en 1995. Pero no todo eran malas noticias. También en el 99 y en la Reial, Cecil Taylor pasó por el Jamboree, coincidiendo con la edición del libro de Víctor Obiols dedicado al músico y titulado El
croc de l’esfera. En paralelo, y en su primera actuación en nuestra ciudad, Cassandra Wilson abre una edición del Festival de Jazz por la que también desfilarán Diana Krall y Dianne Reeves. El proyecto de Remember Shakti de John McLaughlin en el 2000 –con la escudería de Calle 54 también en la programación–, y Joshua Redman en el2001 –año en el que el festival se salvó in extremis gracias a las aportaciones institucionales y la complicidad de L’Auditori–, descorcharon las siguientes ediciones, al tiempo que el Grec también convocaba a la afición con propuestas como la de Diana Krall & Tony Bennett (2000) o Michel Camilo & Tomatito (2001).
En el 2002, el FJB acoge la big band de Dave Holland y el debut Norah Jones, afianzando su continuidad económica gracias a un patrocinador. A estas alturas, ha emergido una nueva generación post-Tete que Mingus B. Formentor y Karles Torra destacan en un artículo conjunto en La
Vanguardia, dando cuenta del remarcable trabajo de los “nuevos” (Jordi Rossy, Perico Sambeat, Marc Miralta, Albert Bover, Elisabet Raspall, Benet Palet, Eladio Reinón, Gorka Benítez) y los “novísimos” Raynald Colom, Llibert Fortuny, Albert Sanz, Marc Ayza y Xiquet Santandreu. A todos ellos cabe añadir entre otros al ahora retirado Oriol Bordas, apóstol del swing.
Bebo Valdés y Diego El Cigala con Federico Britos protagonizarán la obertura del Festival de Jazz del 2003, en cuyo cartel destaca asimismo Abbey Lincoln. Todo ello coincide con el fichaje de su primer director artístico, Joan Anton Cararach, lo que se irá traduciendo en un progresivo incremento de conciertos y escenarios, más atención a las propuestas locales, y una mayor paleta estilística. La relación entre Bebo y el FJB será, desde entonces, familiar. Como recuerda Cararach, “él siempre decía que cuando iba a Madrid se sentía como en casa, pero que era en Barcelona y en Catalunya donde sus conciertos eran mucho mejores y el público estaba más atento. En sus últimos años de vida presentó todos y cada uno de sus espectáculos en el Festival de Jazz o en otros festivales catalanes”. En agosto del mismo año se incorpora a la fiesta un nuevo ciclo, el Mas i Mas Festival, que en su primera edición abre las puertas del Liceu a un grupo encabezado por el trompetista Randy Brecker y el saxofonista Bill Evans.
El retorno de Keith Jarrett en formato solo tras largos años sin presentarse de esta manera, así como la presencia del Wayne Shorter Quartet, marca el programa del festival en el 2004, al que también acudirán Charles Lloyd o Guillermo Klein & Los Guachos. Al año siguiente regresa Dave Brubeck como gran superviviente de la edición inaugural, Chick Corea & Touchstone (con Jorge Pardo, Carles Benavent, Rubem Dantas y demás) se presentan en el Palau, y nos visitan Robert Glasper, Lee Konitz y Maria Schneider. En verano, el Grec desata pasiones con sendos conciertos de John Zorn & Masada y Joe Zawinul & The Zawinul Syndicate, hito que constituye el último concierto del austríaco en la ciudad.
La edición número 38 del Festival de Jazz arrancó en la plaza de la Catedral con una sesión protagonizada por la Llibert Fortuny XXL Big Band, el Fèlix Rossy Quintet y la Big Band del Taller de Músics. Primer pelotazo de una añada que, junto a dignas figuras mainstream como Jamie Cullum, también contrató a Barbara Hendricks cantando Billie Holiday, al Herbie Hancock Quartet y a Madeleine Peyroux. En el 2007, y junto a la espectacular big band que Harry Connick Jr. dirigió en el Palau, pasaron por el festival Los venerables Sonny Rollins y un Ornette Coleman que comparecería por última vez en la capital catalana antes de su traspaso. El ya fallecido Charlie Haden y Marcus Miller son otras citas destacadas de ese año. Juntos para siempre es el título del espectáculo que Bebo Valdés y su hijo Chucho desgranaron en el FJB en el 2008, y la última ocasión en la que se pudo verle en un escenario. “Todos sabíamos que era su despedida aunque nunca se anunció como tal”, desvela ahora Cararach; en esa ocasión se le otorgó la primera Medalla de Oro del Festival, distinción que en años posteriores también han recogido artistas como Wayne Shorter, Sonny Rollins, Chick Corea, Pat Metheny o Maria Schneider.
La cita anual con el jazz se abre con el cambio de siglo a otros géneros y latinidades Bebo Valdés y Diego El Cigala protagonizan el inicio del Festival de Jazz del 2003, en el que destaca Abbey Lincoln