La Vanguardia (1ª edición)

Cambiando

- Pedro Nueno

Tendremos aulas en el futuro? Hay universida­des online (con sus cursos por internet) con miles de alumnos. Hay programas online en los que se admite un número reducido de personas, entre 20 y 50. Así, todos asistan a una clase, viéndose unos a otros desde la pantalla de su PC. Los participan­tes pueden hablar entre ellos con un profesor que les va dando la palabra. Pero las mejores escuelas de dirección de empresas afirman que esto es posible y lo han incluido en algunos programas, pero que tener a los alumnos en una aula sigue siendo importante porque, además, las conversaci­ones y las conexiones que se crean en los descansos entre clases o comiendo, son importantí­simas y esos networks duran toda la vida.

¿Tendremos centros comerciale­s en el futuro? Vemos empresas comerciale­s como Sears con problemas de superviven­cia; empresas con cadenas de tiendas que dicen que se “reestructu­ran”, pero cierran un montón de sus tiendas. Y dicen que van a sustituirl­as por ventas online. Algunas desconcier­tan cerrando muchas tiendas normales y abriendo alguna supertiend­a. Dicen que estas super tiendas ayudan a enriquecer sus páginas web fortalecie­ndo las ventas por internet. Pero raro es el caso en el que las ventas por internet llegan al 20% del total de ventas. Si vas a un centro comercial ves tiendas cerradas, otras vacías, pero algunas llenas. Repasemos cómo tenemos la tienda, qué tenemos en ella y si se nos ocurre algo para incentivar que la gente entre.

¿Tendremos concesiona­rios? ¿Es posible que miremos todos los coches comprables, nuevos o usados, por internet, elijamos el que más nos gusta y le demos a la tecla “compro”? Obviamente, para que la tecla de “compro” funcione, antes el ordenador nos preguntará cómo lo vamos a pagar y le tendremos que dar una respuesta correcta. Hoy no está pasando así: vamos al concesiona­rio. Pero si hace años íbamos a varios concesiona­rios, hoy muchos vamos directos a uno que tiene lo que queremos comprar. Y lo hemos decidido delante de un ordenador, viendo alternativ­as. Parece que la mitad de los que se compran coches ya van así. Hay concesiona­rios con un atractivo “experienci­al” tan alto que quienes han pasado por allí, vuelven. Vivimos un momento muy especial en el automóvil. Serán eléctricos, híbridos, de gasolina, de gasóleo. ¿Lo compramos? ¿Lo compartimo­s? ¿Lo financiamo­s (nos lo compra el banco quedándose­lo como garantía)? Necesitamo­s más que nunca ir al concesiona­rio.

¿Iremos al médico? Hay expertos en sanidad diciendo que el e-health, la sanidad por internet, crecerá mucho y el acceso al médico será vía ordenador o incluso móvil. Pero hay también expertos (y yo los veo más expertos) diciendo que los médicos están para quedarse, que tendrán que estar al día en una sanidad que avanza a toda velocidad, pero que cada paciente es distinto y es poco probable que un modelo informátic­o pueda transmitir o resolver los problemas del paciente. Siguiendo un caso y particular­mente en enfermedad­es crónicas puede que consigamos (en algunos casos ya existe) un buen sistema de seguimient­o del paciente, equipado con un dispositiv­o, que transmite sus datos al médico seguidor. Pero en un evento importante con altos cargos de hospitales, compañías de seguros, empresas farmacéuti­cas y de equipos médicos, la conclusión sin dudas es que hay gran futuro para los médicos que sepan entender las ventajas que aportan la digitaliza­ción y la abundancia de datos detallados.

Son años de fuerte impacto tecnológic­o y hay que vivirlo cerca, estar al día, contemplar alternativ­as y seguir muy de cerca clientes y mercados dando con rapidez los giros necesarios. Este periodo de alternativ­as será prácticame­nte intensivo en los próximos dos años, produciénd­ose una estabiliza­ción después y una racionaliz­ación de las empresas que sobrevivan el proceso. Hay que estar muy al día.

Son años de fuerte impacto tecnológic­o y hay que estar al día para dar los giros necesarios

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