La pachorra de los españoles
El diario The Times del mismo Londres se hace una pregunta absurda, de esas que sólo los británicos pueden hacerse: “Si beben y fuman, ¿por qué los españoles viven tanto?”.
Y todo porque en el año 2040 y sin mover un dedo –como es lo nuestro–, los españoles serán el pueblo más longevo del mundo, por delante de los japoneses, según una proyección del Institute for Health Metrics and Evaluation de Estados Unidos.
La noticia en España ha pasado desapercibida incluso para Justo Molinero –ideólogo del jaroteo– y si no fuese por la tiñosa envidia de los británicos –el The Times compara hábitos a fin de saber por qué les damos sopas con ondas–, nadie se plantearía las claves de nuestra longevidad (85,8 años en el 2040, 2,5 años más que ellos).
A mi lo que más me gusta no es vivir 85,8 años –y mucho menos tener que ponerme ahora a pensar lo que hacemos bien– sino que los británicos crean que tienen que copiarnos hábitos como la siesta, un poco más de sexo y las comidas con vino tinto.
El arma secreta de la longevidad española
es la pachorra.
–What does pachorra means, Sir?
La pachorra es una virtud poco valorada que consiste en tomar las cosas como vienen. No hay que confundir pachorra con resignación o estoicismo porque aquella produce alegría en el estómago –somos lo que comemos y lo que podemos– y estas son más tristes que un fin de semana en Londres sin el riñón bien forrado.
Somos un país cuñadista –quintaesencia del pachorra–, descreído –“vivimos más... ¡esto sólo pasa en España, que vergüenza!”– e insensato porque en lugar de pensar quién pagará las pensiones si a la gente le da por vivir tanto, nos entra la risa floja.
–¿No será que los británicos al francés le hacen ascos?
–¿Lo dice usted por las guerras napoleónicas? ¡Qué cicatrices!
Gracias a la pachorra, por ejemplo, los horarios de los españoles son un caos al que últimamente algunos iluminados tratan de poner coto. –¿No sería mejor cenar a las ocho? –Por mi, cenaríamos a las siete, haría los deberes con los niños y te amaría cada noche antes de dormir siete horas seguidas, pero ¿no querrás cambiar de hábitos y que perdamos el récord mundial de la longevidad? Otro efecto muy positivo de la spanish pachorra es que hemos construido un Estado de bienestar único en el mundo: la administración está al servicio del individualismo. Si Francia tiene más quesos que días el año, España tiene 46 millones de presidentes del Gobierno pero como sólo puede haber uno, los demás gritan mucho –o tuitean–, se desbravan y se van a casa sin darle más vueltas al asunto.
Ya lo dijo Don Miguel de Unamuno, un vasco con pachorra porque se pasaba el día recortándose las barbas blancas de carcamal:
–¡Que se mueran ellos!
Ni siquiera Justo Molinero ha destacado que en el 2040 los españoles serán el pueblo más longevo del mundo