No confíes en tus propios recuerdos
Federico Axat publica ‘Amnesia’, un thriller sobre malas pasadas de la memoria, las drogas, la obsesión y la sumisión
Supongamos que, al despertar, descubres el cadáver de una chica en el salón de tu casa y no recuerdas absolutamente nada de lo que has hecho durante las últimas horas. Supongamos que esa amnesia te desespera y buscas la ayuda de tus amigos para resolver el laberinto porque en el suelo también has encontrado la vieja pistola Ruger P85 de tu padre. Supongamos, además, que estás en plena desintoxicación etílica... entonces en algo te pareces a Johnny, el protagonista de Amnesia (Destino), última novela del argentino Federico Axat.
Tras su éxito con La última salida, Axat propone esta novela por la que le han comparado con el gran Michael Connelly. Axat construye una nada inocente trama cargada de giros inesperados a través de un protagonista –marcado por la sombra de un hermano– que con apenas 27 años ya es exalcohólico, divorciado y padre de una niña de cuatro a la que ve menos de lo que quisiera. “Vuelvo otra vez a Carnival Falls, en New Hampshire. Me siento cómodo en ese ecosistema”.
¿Por qué introduce la hipótesis de varios ciudadanos soñando con la misma persona? “Tiene que ver con una leyenda urbana que corre por internet, recibes mails con un rostro y le juro que acabas soñando con esa cara, se mete en tu interior”.
Axat ha logrado recrear esa atmósfera de inquietud y desasosiego que genera la invención de una poderosa droga que nos recuerda vagamente a la burundanga, la sustancia que anula la voluntad de quien la toma. “La droga que inventé es el ESH, unas siglas que me recordaban el concepto de Borrar la mente, el primer filme de David Lynch”.
Una droga que provoca una amnesia temporal. Eso le fascinó. “Los estados no velan suficientemente por nuestra salud, eso me obsesión. Que la salud de la población esté en manos de intereses económicos, como está, eso es gravísimo y peligroso”.
“No poder confiar en los propios recuerdos me parece atroz. Especialmente cuando ocurre por culpa de una enfermedad”. En la novela, la madre del protagonista llega a esa situación y alguien toma una decisión drástica. “He querido entender el conflicto que sientes cuando
“Que nuestra salud esté en manos de intereses económicos, como está, me parece gravísimo y peligroso”
te planteas la eutanasia de alguien. Siempre pienso en los supervivientes de la tragedia de los Andes, que al ser preguntados por el hecho de alimentarse de sus compañeros y familiares muertos, contestaban ‘si yo fuera el cadáver querría que, gracias a mi, pudieras vivir tu’. ¡Es el clic que les permitió seguir!”, afirma Axat, que asimila que esas decisiones como un acto de amor.
Hombre de claves, guiños y referentes (uno de sus personajes responde al acrónimo de Laura Palmer y el agente Frost se llama así porque Frost es el creador de Twin Peaks junto a Linch) este narrador que iba para ingeniero apunta lejos en la carrera literaria. Por eso termina su libro pidiendo que no se asusten de lo imposible: “Yo jamás imaginé que podría vivir de escribir. Hablo mucho con jóvenes tímidos que quieren dar el salto. ¡Y me resulta tan familiar ese lugar!”. Amnesia se escribió en un Starbucks bajo la música de Smashing Pumpkins.